La grave escasez de alimentos es tres veces mayor que el año pasado Burkina Faso: 2,2 millones de personas corren el riesgo de morir de hambre

Así ha lanzado la emergencia, en un mensaje enviado a la Agencia Fides, el padre Constatin Sere, director de Caritas Burkina Faso, quién declara: "el mundo se ha olvidado de la crisis en el Sahel"

"Es una de las olas de desplazados internos con la más rápida evolución en todo el mundo debido a que cientos de miles de personas no tienen comida, agua ni refugio adecuado"

"A medida que se acerca la temporada de lluvias, las condiciones de las personas desplazadas se vuelven aún más críticas"

Caritas ha lanzado un proyecto de 600 mil euros para proporcionar alimentos a las personas desplazadas y las familias que los alojan, así como una contribución económica hasta finales de octubre de 2020

Todos los burkinabés, y los desplazados internos en particular, continúan esperando la paz y el regreso a la normalidad

En los próximos meses, más de 2,2 millones de burkinabés corren el riesgo de morir de hambre debido a los conflictos en curso y las condiciones climáticas extremas (véase Agencia Fides 30/5/2020). En 2020, el número de personas afectadas por la grave escasez de alimentos es tres veces mayor que el año pasado.

Así ha lanzado la emergencia, en un mensaje enviado a la Agencia Fides, el padre Constatin Sere, director de Caritas Burkina Faso, quién declara: “el mundo se ha olvidado de la crisis en el Sahel. Países como Burkina Faso se enfrentan a una serie de desafíos enormes y sin ayuda las personas sufrirán terriblemente. Los desplazados internos no tienen acceso a alimentos o agua, lo cual es esencial tanto para beber como para la higiene personal”.

En la nota enviada a Fides, emerge que el país se ha convertido en el epicentro de un dramático conflicto regional que ha causado más de un millón de desplazados internos. “Es una de las olas de desplazados internos con la más rápida evolución en todo el mundo debido a que cientos de miles de personas no tienen comida, agua ni refugio adecuado”, señala el documento.

El padre Sere también explica que a medida que se acerca la temporada de lluvias, las condiciones de las personas desplazadas se vuelven aún más críticas, ya que la mayoría de ellas no tienen un refugio adecuado para hacer frente a las tormentas, fuertes vientos e inundaciones que se producirán en los próximos tres o cinco meses.

Para apoyar algunas áreas particularmente críticas, Caritas ha lanzado un proyecto de 600 mil euros para proporcionar alimentos a las personas desplazadas y las familias que los alojan, así como una contribución económica hasta finales de octubre de 2020. El proyecto, cuyo objetivo es ayudar a unas 50 mil personas, se concentrarán principalmente en las diócesis de Kaya, Fada N'Gourma, Nouna y Dédougou. Los paquetes de alimentos ofrecidos a unas 1.500 familias contendrán comida suficiente para un mes.

Como informa el padre Sere, todos los burkinabés, y los desplazados internos en particular, continúan esperando la paz y el regreso a la normalidad. “Si le preguntas a una persona desplazada qué es lo que más quiere, responderá que quiere regresar a su pueblo de origen. Me temo que esto no sucederá muy pronto, porque la violencia no muestra signos de disminuir. A pesar del compromiso del estado, los grupos armados en nuestro país continúan sembrando el terror y cobrándose vidas”. “El futuro es preocupante, pero seguimos depositando nuestra fe en Dios y en el amor de nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo”, concluye el director de Caritas.

Hasta hace poco, en Burkina Faso reinaba la paz. Pero desde hace 4 años, los grupos armados que operan a lo largo de las fronteras norte y este del país han seguido matando y aterrorizando a los ciudadanos, causando una grave inestabilidad en el país.

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