El Papa responde a un sacerdote argentino que había cuestionado la decisión Francisco, sobre el cierre del seminario de San Rafael: “La rigidez no es un don de Dios, la mansedumbre sí"

Papa Francisco
Papa Francisco

"La rigidez es la antesala de la ideología que tanto mal hace y que llevó a los rígidos del tiempo de Jesús a condenarlo por poner la misericordia por encima de la ley", le escribe el Papa al párroco de Nuestra Señora del Rosario, en la diócesis de San Rafael 

“Casi todos nos hemos formado sin romper fracturas con el Vaticano II. Hemos tomado al pie de la letra el Decreto sobre la formación sacerdotal y el Decreto sobre el ministerio y la vida de los sacerdotes. ¿Esta rigidez es mala? ¿Es una ideología? ¿No tenemos un lugar en la Iglesia de hoy?”, le pregunta el sacerdote

“La rigidez no es un don de Dios, la mansedumbre sí, la bondad sí, la benevolencia sí, el perdón sí, ¡pero la rigidez no! Porque como vos mismo lo intuís, la rigidez es la antesala de la ideología que tanto mal hace y que llevó a los rígidos del tiempo de Jesús a condenarlo por poner la misericordia por encima de la ley”.

Es la respuesta que el papa Francisco envió a un sacerdote argentino en contestación a la misiva que este le había mandado y en la que hacía alusión a la difícil situación que atraviesa la diócesis de San Rafael, cuyo seminario, uno de los más florecientes del país, fuese cerrado por decisión del Vaticano tras una serie de tensiones con el anterior obispo, Eduardo María Taussig.

"¿Esta rigidez es mala?"

“Casi todos nos hemos formado sin romper fracturas con el Vaticano II. Hemos tomado al pie de la letra el Decreto sobre la formación sacerdotal y el Decreto sobre el ministerio y la vida de los sacerdotes. ¿Esta rigidez es mala? ¿Es una ideología? ¿No tenemos un lugar en la Iglesia de hoy?”, le preguntaba al Papa el párroco de Nuestra Señora del Rosario en la carta que ha difundido el portal CNA.

Seminario de San Rafael (foto de archivo)
Seminario de San Rafael (foto de archivo)

Refiriéndose a la imagen del poliedro tantas veces utilizada por el papa Francisco, el sacerdote le preguntó si “¿no hay un pequeño rostro para nosotros en el poliedro?”, concluyendo la carta con un ruego: “Tenemos una diócesis fecunda en sacerdotes y en obras apostólicas. Que no se estanque. Hoy el mundo nos necesita más que nunca. Por las llagas de Cristo, te encomiendo nuestra Diócesis, sus sacerdotes y sus fieles”.

La rigidez que cierra puertas

“Te agradezco tu confianza y tu sinceridad -le contesta también el Papa-. Sé que están atravesando un tiempo difícil, créanme que para mí también lo es. Estoy seguro que son muchos los que no dejan de trabajar con abnegación por el Pueblo de Dios, llevando consuelo y paz a través de los sacramentos y de la Palabra”.

“En la Iglesia de Jesús, que es la misma ayer, hoy y siempre todos tenemos un lugar, ¡TODOS! Por eso no es posible la rigidez, porque ella cierra las puertas al todos y solo las tiene entreabiertas para los perfectos. Estoy seguro que en tu corazón de buen pastor también hay lugar para todos”, concluye el papa Francisco.

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