La medida fue tomada por Johnson para “desincentivar” la llegada de irregulares La Iglesia anglicana califica de “vergüenza para el país” las deportaciones de inmigrantes a Ruanda

Justin Welby y Boris Johnson
Justin Welby y Boris Johnson

Según Justin Welby, arzobispo de Canterbury, las “deportaciones, o devoluciones forzosas de los solicitantes de asilo a sus países de origen, no son el modo de afrontar esta situación. Es una política inmoral que avergüenza a Gran Bretaña"

La controvertida medida del Gobierno de Boris Johnson para deportar a Ruanda a los migrantes irregulares que lleguen al Reino Unido, ratificada por el Tribunal de Londres, ha sido duramente criticada por 23 obispos de la Iglesia anglicana.

En una carta enviada al diario The Times, los obispos anglicanos califican la estrategia de Johnson para desincentivar la llegada de inmigrantes a través del Canal de la Mancha de “vergüenza para el país".

“Una política inmoral”

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, máxima autoridad de la iglesia anglicana, asegura en la carta que las “deportaciones, o devoluciones forzosas de los solicitantes de asilo a sus países de origen, no son el modo de afrontar esta situación. Es una política inmoral que avergüenza a Gran Bretaña”.

Boris Johnson, por su parte, señaló que esta medida va a seguir en vigor porque ha contado con el respaldo de la justicia británica y aseguró que las numerosas críticas cosechadas, "algunas desde sectores ligeramente inesperados", no les van a disuadir de aplicarla.

El premier británico aseguró que deportar a los solicitantes de asilo recién llegados (en un principio, hombres solteros) para que su caso se tramite en Ruanda, donde ya se quedarían, es la única manera de combatir las bandas de delincuentes que organizan la travesía marítima desde Francia a Inglaterra.

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