El máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa, se trasladó desde Jerusalén hasta Belén, en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel.
La tradición señala que el Patriarca Latino, en este caso, el administrador apostólico de Tierra Santa, se traslada desde la Ciudad Vieja de Jerusalén, en territorio ocupado, hasta Belén, donde le espera una multitud para recibirlo con desfiles y música.
Desde que Israel levantó un muro de separación dentro de Cisjordania, el máximo responsable de la Iglesia Católica en Tierra Santa tiene que entrar en Belén cruzando el muro de hormigón que lleva a Belén, a tan solo 8 kilómetros al sur de Jerusalén.
Representantes de las distintas confesiones cristianas y notables de la ciudad recibieron a Pizzaballa, que entró en la Basílica de la Natividad, donde la tradición señala que nació Jesús en la gruta que alberga la iglesia.
Esta noche se celebró la tradicional Misa de Gallo en la Iglesia de Santa Catalina, integrada en el complejo de la Natividad. A la ceremonia asistió, como cada año, el presidente palestino, Mahmud Abás, además de palestinos llegados de otros puntos de Cisjordania, Jerusalén, Israel y Gaza.
Unos pocos cristianos de la Franja de Gaza, entre ellos, menores de edad, han conseguido este año, la víspera de la Navidad, que Israel les otorgue permisos para entrar en Belén y en Jerusalén.