Hambre y la desesperación de una guerra que dura casi siete años Misiones Salesianas continúa apoyando a los desplazados internos en Sudán del Sur durante la pandemia

La guerra y el hambre están suponiendo dos fronteras efectivas para frenar la pandemia y también los contagios. Sudán del Sur apenas supera el medio centenar de fallecidos desde marzo y en los últimos quince días tan sólo se han registrado un centenar de casos positivos. Sin embargo, la situación de la población, ya de por sí desesperada por una guerra que dura casi siete años, ha empeorado aún más con el confinamiento y la falta de comida y de agua. Los misioneros salesianos continuamos estando al lado de la población desplazada, ofreciéndole ayuda material pero también acompañamiento espiritual.

En estos meses marcados por la pandemia hemos estado en primera línea para mejorar las condiciones de vida de la población desplazada por la violencia en Sudán del Sur. Desde Misiones Salesianas, y a través de la red de solidaridad salesiana mundial contra el coronavirus, hemos desarrollado un programa específico para esta población vulnerable. En los últimos meses hemos apoyado cuatro proyectos enviando 45.000 euros.

El objetivo del programa ha consistido en ofrecer apoyo a los desplazados internos de Tonj y del estado occidental de Bahr-el-Ghazal. Debido a la violencia en las zonas fronterizas son los que se encuentran en situación de mayor desprotección y necesidad. Estas personas se han quedado sin casa y han tenido que refugiarse en el bosque, sin alimentos, sin protección, ni servicios higiénicos y medicinas.

Las familias desplazadas, tras conocer los misioneros salesianos su situación, han recibido una donación de bienes de primera necesidad consistente en comida, agua, productos de higiene y medicinas.

Más de 3.500 desplazados internos se han beneficiado con esta ayuda de emergencia. Toda la población beneficiaria ha expresado su gratitud y gran aprecio por el trabajo de los misioneros salesianos; han dado apoyo en todo momento a las comunidades vulnerables y a aquellas mayormente afectadas por la violencia.

Durante estos meses también se realizaron programas de radio para explicar las medidas necesarias para prevenir los contagios. Esta iniciativa se sumó a la distribución de los bienes de primera necesidad y de las medicinas.

“La situación sanitaria y alimenticia de las familias, y especialmente de los niños, ha mejorado gracias a esta iniciativa desde España. Además, la población ha recuperado la autoestima y la esperanza después de la acción de los Salesianos”, explica el misionero Joseph Nkholi.

Las principales áreas de intervención en este proyecto han sido el estado de Tonj, el de Bahr-el-Ghazal, especialmente las zonas de Bap-Chok, Kapara, Dakum, Kuelcok y la zona fronteriza.