"La prevención funciona": el terremoto no parece haber causado daños tan enormes como el de 1999 Obispo de Hualien (Taiwán), epicentro del terremoto: "Como siempre, las diócesis católicas con Cáritas estarán en primera línea"

Terremoto en Taiwan
Terremoto en Taiwan

Monseñor Philip Huang Chao-ming publicó un mensaje desde Hualien (Taiwán), epicentro del terremoto de más de 7 grados de magnitud que esta mañana derribó algunos edificios

El número provisorio de muertos aumentó a 9, pero siguen buscando a un centenar de personas

El misionero P. Matteucig declaró desde Taipei: "Se ha avanzado mucho en materia de prevención y eso ha permitido reducir los daños y el número de víctimas"

Por su parte, Beijing ofreció su ayuda, pero la isla, cuyas relaciones con China son delicadísimas, responde: "no es necesario"

“Los violentos temblores de esta mañana causaron desastres en varios condados y ciudades, sobre todo en Hualien, que ha sufrido los mayores daños. Esperamos que las personas más afectadas puedan recibir ayuda rápidamente. En nuestras preocupaciones y temores, busquemos la paz de Jesús resucitado. Que la paz del Señor esté con nosotros".

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Desde la zona de Taiwán más golpeada por el fortísimo terremoto de esta mañana, habló a su diócesis Mons. Philip Huang Chao-ming, obispo de Hualien. A las 7,58 de esta mañana sacudió la isla un terremoto de 7,4 grados en la escala de Richter, el más fuerte de los últimos 25 años en Taiwán, con epicentro cerca de esta ciudad de 100.000 habitantes en la costa este, a unos 130 kilómetros de Taipei. El balance más actualizado que publicaron las autoridades taiwanesas habla de 9 muertos confirmados hasta el momento, 821 personas heridas y al menos otras 127 que siguen atrapadas o bloqueadas por los escombros.

Algunas de las víctimas confirmadas eran excursionistas que se encontraban en un sendero en el Parque Nacional Taroko y fueron arrastrados por el derrumbe de la montaña. Otras eran operarios que trabajaban en obras viales y en una cantera. A media tarde el Comando Central de Operaciones de Emergencia informó que había 28 edificios derrumbados: 17 en Hualien, uno en el condado de Yilan, dos en Keelung y ocho en la ciudad de Nuevo Taipei. Entre los edificios de la ciudad de Hualien destruidos por el terremoto se encuentra uno de grandes dimensiones en la intersección de las calles Zhongshan y Chongqing. A última hora de la tarde los rescatistas habían recuperado a todas las personas que se encontraban en el edificio, pero la última no mostraba signos de vida.

En el mensaje que publicó Mons. Huang Chao-ming en el sitio web diocesano dijo que la diócesis "se ha puesto en contacto con todas las parroquias para ofrecerles cercanía y ayuda". Por el momento, a excepción de algunos objetos que cayeron al suelo o resultaron dañados y necesitan reparación, no hay noticias de daños graves. Mientras continúen las réplicas - sigue diciendo el obispo - se invita a los párrocos, a las comisiones pastorales y a los feligreses a que sigan alerta, presten atención a la seguridad, se mantengan alejados de los edificios y busquen refugio en espacios abiertos. Nosotros permaneceremos atentos a las necesidades y para colaborar con prontitud en el trabajo de organización. ¡Que Dios les conceda la paz! ¡Que Dios bendiga a Taiwán!”.

"La diócesis se ha puesto en contacto con todas las parroquias para ofrecerles cercanía y ayuda"

El sismo también se sintió con fuerza en Taipei, pero hasta el momento no hubo consecuencias graves. “El terremoto comenzó cuando acababa de llegar al hotel - cuenta Francesca Lancini, periodista free lance italiana que se encuentra en el país -. Una de las empleadas de recepción me dijo: 'Es diferente, es más fuerte'. Entonces nos dejaron salir a todos a la explanada, sin perder la calma. Había una mezcla de preocupación pero también de orden, porque Taiwán está acostumbrado a los terremotos. Las imágenes que llegan de Hualien son impresionantes, pero afortunadamente el terremoto no parece haber causado daños tan enormes como el de 1999. Creo que pone en evidencia los importantes avances que se han hecho desde entonces para hacer frente a este tipo de sucesos". El 21 de septiembre de 1999 Taiwán sufrió un terremoto de magnitud 7,3 en la escala de Richter que mató a más de 2.400 personas; en esa oportunidad el epicentro fue en el condado de Nantou, en una zona mucho más central.

"rancesca Lancini,: Las imágenes que llegan de Hualien son impresionantes, pero afortunadamente el terremoto no parece haber causado daños tan enormes como el de 1999. Creo que pone en evidencia los importantes avances que se han hecho desde entonces para hacer frente a este tipo de sucesos"

“Hoy Taiwán se toma mucho más en serio los terremotos - confirma el padre Giuseppe Matteucig, misionero javeriano en Taipei -. Esta mañana cuando se produjo el terremoto yo estaba en el metro, bajo tierra: nos hicieron bajar y mantuvieron cerrado al menos una hora para comprobar que todo estaba en orden. La gente se está ocupando, muchos ayudan. Y mientras continúan las réplicas, incluso en Taipei aconsejan no salir a la calle para evitar el riesgo de que los golpeen tejas o carteles publicitarios. Realmente ha cambiado mucho desde 1999 en términos de prevención, hay más conciencia de estar en una zona sísmica. Y los controles de las autoridades son rigurosos: en uno de los terremotos de estos años pensaron que la estructura de un edificio en construcción podría haber sufrido daños y lo hicieron reconstruir desde cero".

“Me he puesto en contacto con nuestros parroquianos y casi todos respondieron —sigue diciendo el P. Matteucig—. Tienen miedo de los temblores, pero están todos bien. Ahora veremos cómo dar una mano a los más afectados. Como siempre, las diócesis católicas con Cáritas estarán en primera línea, en colaboración con las organizaciones solidarias de las comunidades budistas".

El terremoto también se sintió con claridad en la República Popular China. Hubo interrupciones en las líneas ferroviarias de alta velocidad en la provincia de Fujian, así como en Jiangxi, Guandong y Zhejiang. El sismo también está afectando de alguna manera las delicadísimas relaciones entre Beijing y Taipei. Inmediatamente después del desastre la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de Beijing ofreció ayuda a la isla. En respuesta, el Consejo de Asuntos Continentales de Taiwán difundió una breve declaración diciendo que no era necesario. Por su parte, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, declaró que la "prioridad del Gobierno en este momento es salvar a las personas".

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