La medida, calificada de "inmoral" por las iglesias católica y anglicana del país El Tribunal Europeo de Derechos Humanos bloquea el plan de Boris Johnson para deportar refugiados a Ruanda

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos bloquea el plan de Boris Johnson para deportar refugiados a Ruanda
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos bloquea el plan de Boris Johnson para deportar refugiados a Ruanda

En su fallo, el TEDH sostiene que dichos refugiados, procedentes de Irak, Siria o Afganistán, "no deben ser expulsado hasta que expire un periodo de tres semanas tras la decisión final en la revisión judicial que está teniendo lugar"

El arzobispo de Glasgow, William Nolan, declaró que "la política de deportar por la fuerza a Ruanda a las personas que han venido a este país en busca de seguridad es moralmente incorrecta. Es una ofensa contra la dignidad humana y contra todas las mejores tradiciones de acogida de este país"

Boris Johnson pierde, de momento, una batalla. Casi sobre la bocina, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ordenó anoche la paralización del vuelo que debía llevar a 31 solicitantes de asilo en el Reino Unido a Ruanda, en una deportación que ha sido tildada de "inmoral" por las iglesias católica y anglicana del país, así como del mismísimo príncipe Carlos. 

En su fallo, el TEDH sostiene que dichos refugiados, procedentes de Irak, Siria o Afganistán, "no deben ser expulsado hasta que expire un periodo de tres semanas tras la decisión final en la revisión judicial que está teniendo lugar".

La corte de Estrasburgo tomó en consideración la preocupación sobre estas expulsiones expresada por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y también la ausencia de un mecanismo legal que obligue al Reino Unido a aceptar a K.N. en su territorio si su solicitud de asilo tiene éxito.

Johnson no se dejará "intimidar ni avergonzar"

El TEDH reconoció que este tipo de decisiones cautelares solo se conceden "de forma excepcional, cuando los solicitantes de otro modo sufrirían el riesgo de daño irreversible". Lejos de arrugarse, Johnson anunció que su Gobierno no se dejará "intimidar ni avergonzar" y seguirá adelante con su plan de enviar a Ruanda a los migrantes que lleguen al Reino Unido por rutas ilegales, como en pequeños botes a través del Canal de la Mancha.

La medida anunciada por Boris Johnson fue duramente criticada por el arzobispo de Glasgow, William Nolan, quien junto al Nuncio en Reino Unido, Claudio Gugerotti, visitaron varios centros de reclusión de inmigrantes en la víspera del frustrado vuelo de la vergüenza. Nolan, quien se confesó "escandalizado" por la nueva política migratoria del líder británico. 

"La política de deportar por la fuerza a Ruanda a las personas que han venido a este país en busca de seguridad es moralmente incorrecta. Es una ofensa contra la dignidad humana y contra todas las mejores tradiciones de acogida de este país", señaló Nolan.

"Vergüenza y ofensa contra la dignidad"

Por su parte, 23 obispos anglicanos enviaron una carta a The Times en el que calificaron la política de Johnson como una “vergüenza para el país".

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, máxima autoridad de la iglesia anglicana, asegura en la carta que las “deportaciones, o devoluciones forzosas de los solicitantes de asilo a sus países de origen, no son el modo de afrontar esta situación. Es una política inmoral que avergüenza a Gran Bretaña”.

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó este martes el plan del Reino Unido para enviar a Ruanda a demandantes de asilo que llegan a su territorio de forma irregular y confió en que ningún otro país siga su ejemplo.

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