La Iglesia católica de Singapur también tendrá un cardenal William Goh, una nueva presencia de origen chino entre los cardenales electores

Monseñor William Goh, arzobispo de Singapur
Monseñor William Goh, arzobispo de Singapur

Entre los nuevos cardenales anunciados por el Papa Francisco para el consistorio del 27 de agosto, de los cuales 6 son de Asia, está el arzobispo de la ciudad-estado, William Goh Seng Chye

Tiene 65 años, habla con fluidez el mandarín y dirige desde 2013 una Iglesia poco numerosa pero dinámica, especialmente en el servicio pastoral a los migrantes

En las últimas semanas, el arzobispo dirigió una carta pastoral a la Iglesia de Singapur en respuesta al escándalo que provocó un caso de abusos sexuales cometidos por un religioso de la archidiócesis, reafirmando la colaboración entre la archidiócesis y el organismo que creó en 2011

Tras el retiro del obispo emérito de Hong Kong John Tong por haber alcanzado el límite de edad, será una nueva presencia de origen chino entre los cardenales electores

(AsiaNews) - Por primera vez la Iglesia católica de Singapur también tendrá un cardenal. Se trata del arzobispo William Goh Seng Chye, quien figura en la lista de los 21 nuevos cardenales, de los cuales 6 son de Asia. Así lo anunció el Papa Francisco el domingo 29 de mayo y serán creados oficialmente en un consistorio previsto para el 27 de agosto. 

El arzobispo Goh es el cuarto pastor de la Iglesia católica de Singapur, y sucedió al arzobispo Nicholas Chia en mayo de 2013. Nació en Singapur el 25 de junio de 1957 en el seno de una familia de origen chino y habla con fluidez el mandarín. Es sacerdote desde 1985, año en que completó sus estudios en la Pontificia Universidad Urbaniana; después se licenció en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana. Cuando regresó a Singapur en 1992, el futuro cardenal alternó las actividades pastorales, la dirección espiritual y el asesoramiento teológico (incluyendo su participación en la comisión teológica de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia, FABC), con diversos cargos en el Seminario Mayor de Singapur, de donde llegó a ser rector. Fue nombrado arzobispo coadjutor por el Papa Benedicto XVI en diciembre de 2012, y unos meses después relevó a Monseñor Chia.

El nombramiento de monseñor Goh como cardenal es un reconocimiento al papel de la Iglesia de Singapur, que es pequeña pero muy activa. Es una Iglesia "de frontera" incluso en un contexto económicamente avanzado y socialmente desarrollado. A pesar de ser una minoría, los católicos están muy comprometidos con toda la población y con la gran comunidad de inmigrantes.

Es significativo el hecho de que el arzobispo de Singapur, que tiene menos de 80 años, será uno de los cardenales electores a partir del próximo 27 de agosto. En un posible cónclave, sería la única presencia de origen chino, puesto que el cardenal John Tong, obispo emérito de Hong Kong, alcanzó el límite de edad hace dos años.

La reacción de la Iglesia local ante el anuncio del Papa Francisco fue de orgullo, pero también de realismo. Indicó que "el arzobispo es consciente del honor y de la nueva responsabilidad que se le ha otorgado", y que también reconoce "la contribución de los fieles" en la construcción de "una Iglesia activa, evangelizadora y misionera" que cuenta con 300.000 fieles entre 5,6 millones de habitantes. 

Cabe recordar que en las últimas semanas, el arzobispo dirigió una carta pastoral a la Iglesia de Singapur en respuesta al escándalo que provocó un caso de abusos sexuales cometidos por un religioso de la archidiócesis, que fue condenado a cinco años de cárcel por esto. En la carta expresaba su dolor por lo ocurrido, pero también invitaba a tomar este caso como una llamada de atención para proteger a los miembros más vulnerables de la comunidad, especialmente los niños y los jóvenes.

El cardenal recién nombrado reafirmó la colaboración entre la archidiócesis y el organismo que creó en 2011, que está formado por antiguos magistrados, abogados y psicólogos no sólo católicos, y trabaja en estos casos de forma independiente.

Además, escribió: "La conversión es necesaria para toda la Iglesia. Recordemos que los pecados de uno también afectan a los demás. Es un recordatorio oportuno para que renovemos nuestra fe, encontremos la curación en el perdón y la misericordia de Dios, y busquemos la reconciliación con nuestros hermanos y hermanas heridos, tomando en serio la llamada a la conversión de la vida.

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