Carta abierta de los católicos de Portugal contra el documento vaticano sobre el diaconado femenino
Es "mediocre, retrógrado, con la peor teología y malos principios humanos"
Un informe «sustancialmente mediocre y retrógrado, que choca frontalmente con los tiempos y la dinámica sinodal que se está desarrollando en la Iglesia Católica». Además, es «humillante para las mujeres y los cristianos en general, basado en la peor teología y en pésimos principios humanos».
Estas son algunas de las críticas que el grupo Cristãos a Caminho (Cristianos en Camino), formado tras el proceso sinodal católico, formula al reciente texto de la comisión vaticana designada para estudiar el acceso de las mujeres al diaconado permanente [véase 7MARGENS]. «Mujeres en la Iglesia católica: un documento cerrado por el miedo» es el título de la carta abierta, cuyo texto completo se envió a 7MARGENS y está disponible para su envío al nuevo nuncio apostólico en Portugal, el arzobispo español Andrés Carrascosa Coso, y al presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa y obispo de Leiria-Fátima, José Ornelas.
“No podemos imaginar algo peor. De hecho, el documento defiende argumentos teológicos falsos y revela miedo”, añade el grupo respecto al texto del Vaticano, publicado el 4 de este mes. “Existe miedo a las mujeres, a aquellas otras a quienes el poder clerical masculino ignora, humilla y discrimina tan descaradamente”, especifica el documento, firmado por las nueve mujeres y los cinco hombres que conforman el grupo.
La carta continúa afirmando que la Iglesia “sigue siendo una fortaleza estructuralmente patriarcal, cerrada en sí misma y ajena al ‘espíritu de los tiempos’; y el texto publicado hace dos semanas y media “constituye una perfecta y triste ilustración” del “clericalismo” que el Papa Francisco consideraba “uno de los peores pecados de la Iglesia”.
El grupo afirma haber leído el texto de la comisión vaticana "con incredulidad". En primer lugar, porque la comisión votó varias propuestas presentadas por sus miembros, "la más absurda de las cuales, que obtuvo (¡sorprendentemente!) cinco de diez votos en la última sesión, afirmaba que la 'masculinidad de Cristo' conducía a la conclusión de que 'la masculinidad de quienes reciben las Sagradas Órdenes no es accidental, sino parte integral de la identidad sacramental, preservando el orden divino de la salvación en Cristo'".
El texto utiliza un "lenguaje hermético e impreciso que sustenta sus principales conclusiones, todo lo cual genera humillación y perplejidad"
El texto utiliza, además, un "lenguaje hermético e impreciso que sustenta sus principales conclusiones, todo lo cual genera humillación y perplejidad", añaden los Cristianos del Camino, entre los que se encuentran Alfreda Fonseca, de Metanoia – Movimiento Católico de Profesionales, la socióloga Ana Nunes de Almeida, de la Parroquia de São Miguel de Queijas y que formó parte de la Comisión Independiente para el Estudio de los Abusos Sexuales en la Iglesia, o la médica Cecília Vaz Pinto y la historiadora Ângela Barreto Xavier, ambas de la Comunidad Capela do Rato.
"Temor del Espíritu Santo"
En la carta abierta, los firmantes desmontan uno por uno los argumentos de la comisión: en cuanto a la exclusión de las mujeres del sacramento del Orden Sagrado, y "en lo que ya se ha convertido en un ritual repetitivo en ciertos círculos, se ignoran décadas de investigación teológica", argumentando que, para evitar cismas, son necesarias más "'prudencia prudente', más estudio y análisis en profundidad, incluso si eso significa barrer bajo la alfombra los principios de justicia e igualdad entre los bautizados".
Respecto a la reafirmación del rechazo al diaconado femenino, el grupo destaca que, para la comisión vaticana, “no bastan la espiritualidad, la vocación, el compromiso o la experiencia pastoral; las mujeres no son biológicamente iguales a los hombres, y esta diferencia se transforma en una inferioridad existencial y se convierte en una condición que impide el acceso al diaconado”.
El documento del Vaticano “revela un temor a que el Espíritu Santo guíe a su Iglesia y la desafíe con la búsqueda creativa de la igualdad y las relaciones justas entre hombres y mujeres”, añade el grupo, del que también forman parte Eduarda Ribeiro, de la Fundación Betânia, João Luís Fontes, de la Red Cuidado de la Casa Común, Maria Julieta Mendes Dias, religiosa del Sagrado Corazón de María, Teresa Vasconcelos, del movimiento del Grial, y Jorge Wemans, de la Parroquia de Santa Isabel (Lisboa), periodista del equipo 7MARGENS.
Pero hay más: el texto también se traduce como “miedo a los Evangelios, que proclaman la condición inalienable de la libertad de todo ser humano y la universalidad de la salvación para todos los bautizados; y miedo a que la jerarquía eclesiástica pierda el poder del que goza, mediante el cual erige muros e impone exclusiones y discriminaciones”.
“Una Iglesia sin mujeres ordenadas es una Iglesia mutilada e incompleta” y sin ellas “la reconfiguración de la figura y el papel del clero que nuestra Iglesia tan desesperadamente necesita no tendrá lugar”
La carta abierta concluye enfatizando la importancia de las mujeres en la vida y en la historia: Ellas “llevan en su cuerpo los secretos de la vida, pero también son portadoras de milenios de historia de trabajo codo a codo con los hombres, de cuidado de los demás, de liderazgo valiente en tantos momentos cruciales, de testimonios fundacionales de fe que moldearon cómo millones de hombres, mujeres y niños hoy entienden su relación con Dios”. Por lo tanto, “una Iglesia sin mujeres ordenadas es una Iglesia mutilada e incompleta” y sin ellas “la reconfiguración de la figura y el papel del clero que nuestra Iglesia tan desesperadamente necesita no tendrá lugar” y “la ausencia de la memoria de las mujeres ordenadas ha empobrecido la tradición de la Iglesia durante demasiados siglos”, se lee en la carta también firmada por dos personas del grupo portugués Nós Somos Igreja (Lisete Fradique y Margarida Pereira-Muller), otras dos de la Comunidad de la Capilla del Hospital de Santa Marta (Miguel Veiga y Rita Veiga) y por otro feligrés de Santa Isabel (Nuno Franco Caiado), quien es un colaborador frecuente de 7MARGENS.
El texto concluye afirmando que es hora de que la Iglesia Católica reconozca que las mujeres pueden representar plenamente a Cristo. Esta es la firme esperanza del grupo, que cree que, tarde o temprano, así será. Por lo tanto, más temprano que tarde, este debe ser el momento de dar pasos decisivos en esta dirección.
La carta abierta se puede leer completa en este enlace .