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Los católicos norteamericanos 'absuelven' a Bergoglio tras el escándalo McCarrick
Seis de cada diez ciudadanos (el 77% en el caso de los católicos) apoyan su proceso de reformas, según el Pew Research
Francisco recupera el apoyo de la sociedad estadounidense, tras las acusaciones de abusos contra el ex cardenal
En año electoral, nueve de cada diez demócratas le respaldan, por siete de cada diez entre los republicanos
Sólo entre los evangélicos blancos (43%) no hay consenso en torno a Bergoglio
El Papa Francisco ha recuperado el favor de la sociedad estadounidense, que había llegado a sus puntos más bajos de popularidad a finales de 2018, en pleno 'escándalo McCarrick', según el último estudio del Pew Research, que refleja cómo seis de cada diez norteamericanos (77% entre los católicos) respalda el pontificado de Bergoglio y el proceso de reformas.
Se trata de una subida significativa que, sin alcanzar los máximos históricos -entre 2015 y 2017 el Papa fue, con diferencia, el personaje más respaldado entre los norteamericanos-, sí refleja que la sociedad de EE.UU. no ha dado pábulo a las acusaciones de los sectores ultraconservadores, muy poderosos en el país, como demuestra la misma existencia de su presidente, Donald Trump.
En 2018, un gran jurado de Pensilvania acababa de publicar un informe que revelaba décadas de abuso sexual infantil por parte de sacerdotes católicos, y el ex cardenal Theodore McCarrick había renunciado recientemente debido a acusaciones separadas de abuso sexual, mientras que el ex nuncio Viganò publicaba su panfleto de 'Yo acuso' a Bergoglio.
Año electoral
El resultado también es significativo teniendo en cuenta que éste es año electoral. Y se refleja cuando los encuestados son consultados por su opción política. Así, casi nueve de cada diez católicos demócratas (el 87%) están con Francisco, mientras que la cifra entre los votantes católicos republicanos desciende al 71%.
Bergoglio sólo suspende entre los evangélicos blancos (con un apoyo del 43%), pues hasta los agnósticos y evangélicos la aprobación llega al 59%, casi el doble de los que lo respaldaban en 2013.
