Los obispos anglicanos piden perdón a las víctimas El drama de los abusos estalla en la Conferencia de Lambeth

Participantes en la Conferencia de Lambeth
Participantes en la Conferencia de Lambeth Neil Turner/TLC

La intervención de una víctima, en la que exigió "aclarar el pasado, pedir disculpas claramente y garantizar que se establezcan protecciones que aseguren que los abusos no tengan cabida en la Iglesia del futuro", marcó la segunda jornada del encuentro

El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, habló del impacto de los abusos en los supervivientes y dijo que el mayor reto de su ministerio era intentar que la institución de la Iglesia se tomara en serio esta realidad y no encubriera nunca los delitos cometidos

El doloroso tema de los abusos centró la segunda sesión de la Conferencia de Lambeth, el encuentro internacional convocado por el arzobispo de Canterbury, que del 26 de julio al 8 de agosto, reúne en Inglaterra a más de 600 obispos anglicanos y a unos mil delegados de todo el mundo. 

Obispos y delegados pudieron escuchar el "poderoso testimonio en vídeo" -se lee en un comunicado emitido- de una superviviente de los abusos, la doctora Ann-Marie Wilson, que habló del trauma que experimentó como consecuencia de los abusos relacionados con la Iglesia que sufrió de niña y posteriormente de joven.

Obispos anglicanos de todo el mundo se reúnen para la 15ª Conferencia de Lambeth
Obispos anglicanos de todo el mundo se reúnen para la 15ª Conferencia de Lambeth

A continuación, lanzó un reto a los obispos de todo el mundo, afirmando que "para ser relevantes para la próxima generación, deben aclarar el pasado, pedir disculpas claramente y garantizar que se establezcan protecciones que aseguren que los abusos no tengan cabida en la Iglesia del futuro".

No encubrir nunca más

A continuación intervinieron el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el arzobispo Thabo Makgoba (Provincia de África del Sur). Welby habló del impacto de los abusos en los supervivientes y dijo que el mayor reto de su ministerio era intentar que la institución de la Iglesia se tomara en serio esta realidad y no encubriera nunca los delitos cometidos.

El arzobispo Thabo dijo que el mensaje de vídeo de Ann-Marie le parecía muy conmovedor y pidió perdón por los pecados cometidos por los antiguos sacerdotes y describió el comprensible enfado de las víctimas hacia la Iglesia y sus dirigentes.

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