Leonardo Ricotta llevó el sagrario por el pueblo durante el confinamiento Un cura italiano deja su parroquia al ser obligado a utilizar guantes para impartir la comunión

Leonardo Ricotta dejó su parroquia
Leonardo Ricotta dejó su parroquia

Desde el 18 de mayo, y tras más de dos meses de suspensión, en Italia se permiten las misas, aunque con una serie de medidas de seguridad acordadas entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal

Durante el rito de la comunión el sacerdote deberá usar guantes monouso, además de mascarilla cubriendo boca y nariz, y deberán dar la hostia consagrada sin entrar en contacto con las manos de los fieles

El cura italiano Leonardo Ricotta renunció a su parroquia, en el municipio siciliano de Villabate (sur), al estar en desacuerdo con la obligación de usar guantes durante la comunión como medida para evitar contagios de coronavirus.

La decisión de renunciar a su parroquia, la iglesia de Sant'Agata, ha sido estrictamente "personal", según confirmó a Efe Pino Grasso, portavoz del Arzobispado de Palermo.

En los próximos días la Archidiócesis nombrará a un administrador a la espera de que se designe a un sucesor de Ricotta al frente de la parroquia de Villabate, según un comunicado.

El cura Ricotta

Desde el 18 de mayo, y tras más de dos meses de suspensión, en Italia se permiten las misas, aunque con una serie de medidas de seguridad acordadas entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal.

Entre estas disposiciones se señala que durante el rito de la comunión el sacerdote deberá usar guantes monouso, además de mascarilla cubriendo boca y nariz, y deberán dar la hostia consagrada sin entrar en contacto con las manos de los fieles.

La Archidiócesis de Palermo emitió un comunicado para explicar que la renuncia de Ricotta se hizo efectiva ayer, 21 de mayo, y que no ha sido expulsado por el arzobispo, monseñor Corrado Lorefice.

El sacerdote estaba en desacuerdo con impartir la hostia con guantes y en la mano de los fieles, si bien la Archidiócesis de Palermo recordó que hacerlo en la mano y no en la boca respeta las normas de la Congregación para el Culto Divino del Vaticano.

"Por lo tanto las convicciones personales presentadas por particulares como doctrina auténtica no pueden ser impuestas a los fieles", zanja la nota del obispo palermitano.

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