La teóloga Beate Gilles, "una teóloga profunda y con grandes dotes organizativas" Una mujer, nueva secretaria general de los obispos alemanes

Una mujer, nueva secretaria general de los obispos alemanes
Una mujer, nueva secretaria general de los obispos alemanes

"Es un momento lleno de retos y también muy emocionante para la iglesia en Alemania. Con el proceso de reformas y el camino sinodal ha empezado algo nuevo"

El presidente de la Conferencia Episcopal, Georg Bätzig, señaló que la elección de Gilles era una señal de que los obispos católicos están dispuestos a cumplir su anuncio de llevar a mujeres a posiciones importante

Los obispos celebran su plenaria de primavera de manera virtual, con el escándalo de los abusos en la diócesis de Colonia y el silencio de Woelki sobre el tapete

Imaginen que esto pudiera suceder en España. Una mujer, al frente de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal. Pues acaba de ocurrir en Alemania. Y no una mujer cualquiera, sino una teóloga, Beate Gilles. Por primera vez en la historia, una mujer ocupará este cargo de coordinación y organización en el episcopado alemán.

El presidente de la Conferencia Episcopal, Georg Bätzig, señaló que la elección de Gilles era una señal de que los obispos católicos están dispuestos a cumplir su anuncio de llevar a mujeres a posiciones importantes. Durante su presentación, Bätzing, quien coincidió que la mujer en la diócesis de Limburg, calificó a Gilles como "una teóloga profunda y con grandes dotes organizativas".

"Se trata de una gran oportunidad para trabajar en el futuro de la Iglesia", destacó ella. "Es un momento lleno de retos y también muy emocionante para la iglesia en Alemania. Con el proceso de reformas y el camino sinodal ha empezado algo nuevo", subrayó. Gilles, nacida en 1970, estudió teología en la Universidad de Bonn (oeste de Alemania) y se doctoró con un trabajo sobre teoría de la liturgia.

Beate Gilles, nueva secretaria general de los obispos alemanes


Por otro lado, la asamblea de la Conferencia Episcopal Alemana ha arrancado bajo la sombra de los escándalos de abusos sexuales por parte de clérigos y en medio de ataques al arzobispo de Colonia, Rainer Maria Woelki, por haber impedido la publicación de un informe sobre el tema en su diócesis.

La asamblea, de tres días de duración, se realiza de forma digital por imperativos de la pandemia; en la agenda está el tema de los abusos, que ha llevado a un fuerte aumento de las personas que abandonan la Iglesia, aunque sin mención concreta al caso de Colonia ni las protestas de laicos católicos contra Woelki.

El éxodo más grande de católicos

Según el teólogo católico Thomas Schüller, de la Universidad de Münster, lo que se está viviendo actualmente es "el éxodo de católicos más grande de todos los tiempos".

"Los creyentes le están mostrando la tarjeta roja a la Iglesia pero ella no termina de darse cuenta", dijo Schüller en declaraciones a la primera cadena de la televisión pública alemana, ARD.

Schüller recordó que incluso un alto número de párrocos se han puesto en contra de la actitud de Woelki, lo que ha hecho que la crisis se convierta "casi en una rebelión".

"Muchos obispos están preocupados de que la resistencia de Woelki a reconocer sus errores termine marcando a toda la Iglesia. Sobre todo obispos jóvenes que se han preocupado por lograr transparencia temen que sean alcanzados por una sospecha generalizada como representantes de la Iglesia católica", dijo



A finales del año pasado el párroco de Dormagen, Klaus Koltermann, pidió la dimisión de Woelki y, después de que fuese amenazado con medidas disciplinarias, otros 34 párrocos se solidarizaron con él a través de una carta abierta. Schüller cree que uno de los temas dominantes de la asamblea será el descontento con Woelki.



"Muchos obispos están preocupados de que la resistencia de Woelki a reconocer sus errores termine marcando a toda la Iglesia. Sobre todo obispos jóvenes que se han preocupado por lograr transparencia temen que sean alcanzados por una sospecha generalizada como representantes de la Iglesia católica", dijo.

Por su parte, el nuncio Nikola Eterovic, envió un mensaje a la asamblea en la que pidió "asumir los tiempos de crisis como tiempos de gracias" para acercarse más a la verdad.

Eterovic cerró su mensaje con una cita de la epístola de San Pablo a los Efesios en la que este le pide a sus destinatarios que destierren la ira de los corazones y se perdonen los unos a los otros.

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