e acerca la Navidad, y existe entre nosotros la devota costumbre de desempaquetar las figuras de barro y montar el Belén familiar, recordando a nuestros queridos antepasados que habitan ya el celeste Belén de la Paz y la Alegría. Del misterio de la Navidad se han escrito los más bellos poemas. Meditarlos, cantarlos, rezarlos, bailarlos... llena de gozo el alma y acerca al corazón calor y luz de otra orilla. Y siembra en nuestro pecho la bendita noticia de que Dios se ha hecho hombre y el hombre se hace amor.
lo largo de varios años he ido antologizando versos sencillos y tiernos que, revestidos de luz, calor, sonido, convierten nuestro ordenador en vidriera de catedral, devocional estampa, mensaje de ángeles y, más allá del rayo y la tormenta, revelación de Dios en brisa de bits que acarician los ojos, los oídos, las entrañas del buscador.
a imagen inicial de la muchacha abierta al misterio de la noche corresponde a la página índice de "Reír, Pensar, Rezar, Bailar la Navidad". Las alegres ramas de "Nido de Poesía" reservadas para versos de Navidad contienen ya, diríamos, 40 poemas, 40 avecicas batiendo alas para volar al hombro de hermanos que siguen la estrella.
Para llegar al bosque hay que atravesar, como Alicia, la puerta del misterio, pulsando
EL NIÑO JESÚS HABLA EN LA CUNA, de J. A. Peñalosa
LA RONDA DE MARÍA Y LAS PALOMAS..., de Emilio Breda
CIELITO DE B. AIRES PARA EL NIÑO-DIOS, de Emilio Breda