Entrevista al  Director de la Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo. Paul Ortega: “el COVID-19 no solo ha puesto en riesgo la salud sino también la democracia y los derechos humanos en muchos lugares.”

Paul Ortega: “el COVID-19 no solo ha puesto en riesgo la salud sino también la democracia y los derechos humanos en muchos lugares.”
Paul Ortega: “el COVID-19 no solo ha puesto en riesgo la salud sino también la democracia y los derechos humanos en muchos lugares.” VLG

Tendríamos que ir a la condonación absoluta de la Deuda Externa.

Bien desde el convencimiento de la necesidad de cooperación entre todos, o bien desde el egoísmo ilustrado, la conclusión es: todos nos tenemos que ayudar a todos.

La pandemia ha provocado la paralización de muchas actividades y proyectos en el mundo, de igual manera se han visto afectados todos los programas de ayuda gubernamental. La Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo, dependiente del Gobierno Vasco, ha tomado diversas medidas, con un amplio abanico de enfoque que permitirán paralizar, demorar, o alterar, justificadamente, el proyecto, objeto de la ayuda por parte de esta entidad.

Los efectos del COVID -19 en países de África y Latinoamérica se prevén sean devastadores, por lo que la ayuda internacional será más necesaria que nunca.

Paul, en primer lugar, ¿cuáles fueron las primeras consecuencias, de la declaración de la pandemia y de las medidas de confinamiento para la población, en toda la labor que desarrolla la Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo?

Desde la Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo apoyamos muchísimos proyectos a través de ONGs, ONGDs, en la actualidad podemos hablar de en torno a 250 proyectos los que se están apoyando, preferentemente en África, y América central y  Latinoamérica, y algunos proyectos también en la zona de la India. Este año 2020, el presupuesto destinado por el Gobierno Vasco es de 49 millones de euros. En el momento que conocimos el decreto de alarma que paralizaba la vida en el Estado Español,  nos pusimos a trabajar en las medidas a adoptar para garantizar la continuidad de todos los proyectos y contemplar sus posibles circunstancias a consecuencia de la pandemia. Las opciones son muy variadas, desde aquellas que pueden seguir adelante con el proyecto hasta quienes tienen que paralizarlo para retomarlo cuando se pueda, o quienes necesitarían hacer modificaciones para adaptarse a las nuevas circunstancias. 

Se han paralizado también las convocatorias de voluntariado para jóvenes vascos, que todos los años viven una experiencia de cooperación, ¿se prevé la recuperación de esas convocatorias o quedará un año en blanco?

El programa “Juventud Vasca Cooperante” ha tenido ya que ser suspendido por la incertidumbre de esa posible apertura de fronteras. Este programa lleva 27 años funcionando y es la primera vez que tiene que suspenderse. Es un programa liderado por la delegación de juventud del Gobierno Vasco y que posibilita cada año que 100 jóvenes puedan vivir una experiencia de cooperación internacional. En coordinación con las organizaciones que trabajan con nosotros se ofertan las plazas para acudir a proyectos que ya están funcionando y antes de ir se hace una selección de candidatos y se les hace una formación en Barría, la que ya ha quedado suspendida por las fechas en las que estamos. Y, luego lo que hablábamos antes, las fronteras, a fecha de hoy son 150 los países en el mundo que tienen vetada la entrada a personas con pasaporte  del Estado español. 

Pero, este problema de la movilidad no solo afecta a programas de voluntariado, sino, y más importante, al desplazamiento de todo el personal técnico que muchas organizaciones tienen y que habrían sido de gran ayuda para evaluar los efectos de la pandemia sobre el terreno, esos técnicos tampoco pueden desplazarse.

Si me permites, al comienzo has hablado de los efectos devastadores que se prevén para África en concreto y los datos, a día de hoy, el impacto no está siendo tal. El número de fallecidos en África es similar al de Euskadi.  Quizá tenemos que ser prudentes antes de dar previsiones alarmista. Eso no quita para que la situación caótica  en cuestiones sanitarias o de guerras, o de otras muchas circunstancias sean reales y caldo de cultivo para que una pandemia haga estragos, pero seamos cautos porque las cifras, de momento, no responden a las previsiones alarmistas que se han dicho ya.  

Y por añadir un dato preocupante más es el incremento de violaciones de los Derechos Humanos que nos están llegando y sobre el que nos están pidiendo un posicionamiento. El caso más claro que nos ha llegado es Colombia, donde si ya el proceso de paz no estaba pasando un buen momento, esta crisis ha vuelto a agravar la situación y el respeto a los Derechos Humanos en aquel país. Particularmente se están produciendo ataques contra defensores de los Derechos Humanos, activistas, … Por lo tanto el COVID-19 no solo ha puesto en riesgo la salud sino también la democracia y los derechos humanos en muchos lugares. 

Permítame una pregunta que, quizá, no es tanto de su competencia, pero sí creo que su opinión es una voz autorizada, ¿qué opina de la condonación de la Deuda Externa?

Recientemente ha habido una relativa buena noticia y es que el G20 ha decretado una moratoria al pago de esa Deuda Externa. Pero tendríamos que ir a la condonación absoluta de la Deuda Externa. Algunos expresidentes se han pronunciado en esta línea y, en el comunicado del G20 algo se dice que podría interpretarse o derivar en esta  medida.

Muchas personas cuestionarán las ayudas al exterior cuando aquí se avecina una crisis económica ¿podremos llegar a todo? ¿habría que renunciar a mantener las ayudas al exterior?

En una crisis de las dimensiones como la que estamos viviendo o nos salvamos todos o no se salva nadie. Creo que hay mucha gente que está siendo consciente de esto y de ello se están generando tantas iniciativas solidarias. Pero si el argumento de la empatía no les sirviese a algunos, tenemos el de los egoístas ilustrados, conscientes de que la interdependencia global es tal a todos los niveles, medioambiental, sanitaria, económica, … que las medidas tendrán que ser globales. Es evidente que es crucial la colaboración a nivel científico,  sanitario, … Si no ayudamos a los demás sus problemas nos acabarán rebotando. Por lo tanto o bien desde el convencimiento de la necesidad de esa cooperación y desarrollo entre todos, o bien desde el egoísmo ilustrado, la conclusión es la misma: todos nos tenemos que ayudar a todos.  

Una curiosidad, de todos los proyectos con los que ustedes trabajan ¿sabría darme un porcentaje de en cuantos está directa o indirectamente implicada la Iglesia?

Muchos, la mayoría. La solidaridad en Euskadi ha tenido básicamente dos fuentes, la religiosa a través de misioneros y misioneras, de organizaciones solidarias de la Iglesia, y luego otra corriente que bebe de los movimientos de liberación de Latinoamérica, una línea internacionalista que se alimentó sobre todo en la década de los 80. Y todos aquellos que participaron en una u otra línea fueron dejando un poso una herencia que hoy continúa. El listado de organizaciones de la Iglesia con las que trabajamos es muy extenso, por citarte algunas, Alboan, SETEM, Adsis, Itaka, Cáritas, Manos Unidas, Misiones Diocesanas, Interred, Jóvenes y Desarrollo, Intermón en sus orígenes estaba vinculada a los jesuitas, Proclade, … Y luego se dá también la circunstancia de que organizaciones para nada identificadas aquí con la Iglesia en el terreno sus proyectos los hacen en colaboración con ella.

La Agencia Vasca de Cooperación y Desarrollo, a parte de ser una herramienta política para vehicular la ayuda social fuera de nuestras fronteras, diría usted que responde también a una idiosincrasia del pueblo vasco, lo digo por la tradición misionera y de cooperantes que siempre ha existido, y quizá también, por ese afán aventurero y viajero que también es histórico.

Como te decía antes toda esa herencia, la de los misioneros y misioneras que volvían a su tierra y a su familia, amigos, a la parroquia les trasladaban sus vivencias, todo eso generó un poso social. O lo del programa de la Juventud Vasca Cooperante, piensa lo que supone enviar durante 27 años a 100 chavales para que puedan poner rostro  y estrechar lazos con personas en la India, el Congo, Bolivia, … hace unos años hicimos una evaluación con gente que había participado en años anteriores y para todos aquella experiencia marcó sus vidas. Y creo que también la propia historia nuestra ha ido forjando ese carácter, si aquí a Vicente Ferrer se le aprecia y entiende es porque también hubo un Arizmendiarrieta que llegó a un lugar desolado como era Mondragón y supo poner las bases para salir adelante y poner en marcha el cooperativismo que sigue siendo modelo en el mundo. Nuestros padres y abuelos lo pasaron mal y algo de su espíritu emprendedor y de lucha ha quedado y se refleja en ese carácter solidario. 

Non solum sed etiam

Es curioso que el bien común pueda encontrar justificación tanto en la conciencia del ser humano solidario, caritativo, capaz de empatizar con los pobres de la tierra, y también en el egoísmo ilustrado, el que descubre aquel principio del “Yo estoy bien si tú estás bien”, que si mal no recuerdo da título a una obra de Jean Piaget.  Por lo tanto, cuanto antes aceptemos que mi estado de bienestar depende, cada día  más, del bienestar del prójimo, mejor. La unión, hace la fuerza; Uno para todos y todos para uno; La colaboración comienza centrándose en el bien colectivo más que en el beneficio personal; Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado; El trabajo en equipo hace que los sueños se cumplan; … será por frases. ¡Que el sueño de salir todos de esta experiencia y fortalecidos, se cumpla!

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