"En esta ruta de la vida, hubo, hay y habrá, testigos, buscadores y sembradores de Dios en la historia" ADVIENTO: Yo espero, tú esperas, nosotros esperamos
"En la historia de la humanidad, y de forma especial en el cristianismo, la esperanza ha sido el motor que le ha dado sentido y supervivencia"
"Este sentido, esta utopía de algo nuevo y mejor, esta savia que da vida a este árbol histórico en el cual nos cobijamos todos, en cristiano se llama presencia de Dios, la gracia de la esperanza"
| Euquerio Ferreras svd
¿Qué será de nuestras vidas?
¿Qué será de nuestra suerte,
si un Salvador no nos llega? * Ricardo Cantalapiedra nos lo dice cantando.
Estamos viviendo momentos de todo tipo y de todos los colores, esperamos algo, esperamos Alguien que nos salve y libere. Tenemos muchos ídolos, falsos dioses. Nos sobran aquí y ahora falsos profetas, utópicos seudomesías y textos pesimistas-derrotistas.
En la historia de la humanidad, y de forma especial en el cristianismo, la esperanza ha sido el motor que le ha dado sentido y supervivencia. Este telegrama VEN, SEÑOR, NO TARDES, ha viajado de la tierra al cielo, de la creatura al Creador, se ha hecho grito, oración, utopía, esperanza.
Este sentido, esta utopía de algo nuevo y mejor, esta savia que da vida a este árbol histórico en el cual nos cobijamos todos, en cristiano se llama presencia de Dios, la gracia de la esperanza. Te presento a los “grandes esperanzados” -del adviento-.
LOS PATRIARCAS nuestros grandes antepasados en el vivir y en el creer, supieron darla a sus pueblos.
Continuadores suyos son los PROFETAS que hablaban en nombre de Dios. Gritan si cesar la Palabra. Tienen fuerte experiencia religiosa interior, de actitudes. Se enfrentan a los poderes corruptos y a la sociedad. Son defensores de los débiles. ¿En donde están los profetas que en otros tiempos nos dieron…?
ISAÍAS, de Jerusalén, culto, aristócrata, se mueve bien en la clase política. Lleva palabras de aliento, de fuerza, de vida, a su pueblo en unas circunstancias dramáticas de esclavitud. Es profeta del adviento, de la esperanza. Cielos, destilad el rocío, nubes derramad al Justo; ábrase la tierra y brote al Salvador. Isaías 45,8 He aquí que una virgen concebirá y dará a luz a un niño al cual llamarán Dios con nosotros. Isaías 7,4
JUAN EL BAUTISTA, precursor, bautizador, servidor, predicador, testigo, el mayor de los profetas, modelo del cristiano. Vive en el desierto. Pelo largo, calza sandalias, escasa vestimenta, no bebe vino, come miel y saltamontes. Nos dice: “preparad el camino” Mateo 3,3; “Conviene que Él crezca, y yo disminuya” (Juan 3,30); “Yo no soy la Luz, sino testigo” (Juan 5,35); “Él es el Cordero de Dios” (Juan 1,29). La justicia le importa, aunque le cueste la vida. Cumplida su misión humildemente se retira.
MARÍA, creyente, con su “sí” hace posible la vida del que va a salvar, que se llama Jesús. Es portadora de valores eternos. Nos regala la Buena Nueva o Buena Noticia. El silencio engendra y da vida. Nada de soluciones fáciles, rápidas, inmediatas, de usar y tirar. El compromiso, compromete.
JOSÉ, creyente fiel, que de forma silenciosa, como esposo y trabajador les acompaña. Esperar sin prisas y sin entender a veces. Creer, confiar, arriesgar, cuesta. Las cosas bien hechas exigen esfuerzo. La vida oculta es fructífera.
Y con grandes abuelos como los patriarcas, con hombres valientes como los profetas, con políticos e intelectuales, con líderes como Isaías, con cumplidores humildes y servidores como Juan el que bautiza, espera, prepara y anuncia, con hombres honrados, trabajadores al estilo de José, y con María la bendita entre las mujeres, se colabora, se hace el plan de Dios, la historia de de la salvación de ayer y de hoy.
Con Pablo de Tarso, con Juan de la Cruz, con Teresa, que abrieron fronteras, que purificaron el caminar de los creyentes, sin estas colaboraciones el cristianismo hubiera sido otra cosa.
En esta ruta de la vida, hubo, hay y habrá, testigos, buscadores y sembradores de Dios en la historia, en las culturas, en los pueblos, en los corazones.
La larga espera, se hace presencia, historia, tiempo, gracia, Verbo Divino. Dios-con-nosotros.
En labios del Concilio Vaticano II, Gozos y esperanzas nº 31:
“Se puede pensar con toda razón que el porvenir de la humanidad
está en manos de quienes sepan dar a las generaciones venideras
razones para pensar, razones para esperar”.
VEN, SEÑOR JESÚS: la democracia no lo arregla todo”.
Oración: VINO UN HOMBRE
Un día llegó un hombre que tenía magia en su voz,
calor en sus palabras, embrujo en su mensaje.
Un día vino un hombre con la alegría en sus ojos,
la libertad en las manos, el futuro en sus hechos.
Un día vino un hombre con la esperanza en sus gestos,
con la fuerza de su ser, con un corazón grandísimo.
Un día vino un hombre con el amor en sus signos,
con la bondad en sus besos, con la hermandad en sus hombros.
Un día vino un hombre con el Espíritu sobre sí, con la felicidad en su padecer, con el sentido en su morir.
Un día vino un hombre con el tesoro de su cielo,
con la vida de su cruz, con la resurrección en su fe.
Un día viniste Tú…
Ven ahora, también, Señor.
Alois Albrecht, sacerdote alemán, 1936-2006
Carmelo Erdozáin nos invita:
♪ PREPAREMOS LOS CAMINOS
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