El padre John Paul Szura O.S.A. y el espíritu agustino activista por la justicia social "Bob, este es Macario":  Algunas claves para comprender el pontificado leonino desde su antiguo formador agustino

"Bob, este es Macario", con estas palabras fui presentado al entonces P. Robert Francis Prevost, O.S.A., entonces prior general de la Orden de San Agustín, en Quezon City, Filipinas en 2006. Lástima que el momento no haya sido capturado por los fotógrafos quienes se centraron más bien en personalidades más próceres, incluyendo a los estudiantes y profesos, en el lugar donde tuvo lugar el fugaz encuentro: San Agustín Center of Studies. Volví a saludar a Prevost al menos dos veces más en sus sucesivas visitas a mi tierra pero los encuentros fueron siempre breves pero corteses. Claro que no se acordará de este lego ya que todos querían acapararlo en aquellos momentos.

El 07.06.2024 en la enfermería agustina en Crown Point, Indiana se nos fue al cielo el hombre quien hizo las presentaciones: el P. John Paul Szura O.S.A. No es esta una nota necrológica ‘in sensu stricto’ pero sí quiero destacar algunas facetas de su persona que pueden servirnos de ayuda para comprender el pontificado del primer papa agustino. Por lo pronto, he de decir que este escrito quiere ir más allá de las personalidades, en donde se suelen detener muchas consideraciones tanto eclesiásticas como civiles, para ir a lo esencial mas derivando de las facetas personales las claves que trascienden a las limitaciones inevitables de lo individual y peculiar.

No reducir a Prevost a sus formadores o influencias recibidas: La carrera dilatada de un formador

No es que nuestras reflexiones tengan el propósito de reducir al papa Prevost a sus formadores o a las influencias recibidas pero sí no cabe duda, desde su fondo agustino, una clave ‘marginada’ como el P. Szura, con quien tuve trato suficiente y cuya amistad me acompañó en este valle de lágrimas hasta su lamentable fallecimiento hace un año, puede arrojar mucha luz sobre un pontificado que ahora está brillando con personalidad propia si bien sigue la estela inolvidable del papa Francisco.

Había nacido en Chicago, Illinois el 21.09.1940. De ascendencia polaca, emitió los votos perpetuos en la Orden de San Agustín en 1961 y fue ordenado presbítero en 1966. Tiene en su haber dos doctorados, uno en psicología por el Illinois Institute of Technology conseguido 1973 y otro en teología sistemática por la Universidad de Fordham, Nueva York en 1978. Hizo la tesis doctoral en esta última rama sobre Karl Rahner pero la timidez no le permitió saludar ni entablar una conversación con el gran teólogo alemán cuando coincidió con este en una ocasión, pues decía que no dominaba tanto el alemán hablado. Más que a la persona, Szura le tenía devoción a la herencia teológica de quizá el mayor talento especulativo teológico del siglo XX.

Realizó estudios de posgrado en Villanova University. Tuvo una dilatada carrera como profesor llegando a dar clases en lugares diversos como Washington Theological Union en Washington, D.C., St. Louis University, Missouri, Loyola Baltimore College, Maryland. En Catholic Theological Union de Chicago, amén de profesor de 1978 a 1994 llegó a ser director de los programas de divinidad hasta el punto de llegar vicedecano. Aquí terminó su Maestría en Divinidad el futuro papa en 1982. El estudiante Robert (‘Bob’ as los amigos y frailes y ‘Rob’ as sus familiares) Prevost emitió sus primeros votos en 1978 cuando Szura era parte del equipo de formación de 1978-1979 en Mendel Monastery, Chicago.

Consultor de la Conferencia Católica de Illinois, el P. Szura, hasta el año 2014 que por razones de salud quebrantada tuvo que buscar ‘una vida más descansada’, en expresión de fray Luis de León, también dictó clases en las aulas de University of St. Mary of the Lake en Mundelein, Illinois; Merrimack College en North Andover, Massachusetts; El Seminario Mayor de San Carlos y San Marcelino Archdiocesan Major Seminary en Trujillo, Peru; y en el St. Thomas of Villanova Institute at the San Agustin Center of Studies en Quezon City, Filipinas. En este último lugar coincidí con Szura en el claustro de profesores. Él daba cursos de teología para universitarios (sobre todo de Cristología y Doctrina Social de la Iglesia) y latín y el menda de metafísica, teodicea y filosofía contemporánea y un curso monográfico sobre santo Tomás de Aquino.

Activismo Agustiniano: La herencia agustiniana en la vanguardia

Más que un intelectual de escritorio, pese a su formación formidable tanto en psicología (fue socio de la American Psychological Association y Psychologists for Social Responsibility) como en teología (como socio de la Karl Rahner Society), Szura era más bien activista. Su gran amor activista es la presencia como ONG de la Orden Agustiniana en la ONU. Incluso antes de ser acreditada como ONG, Szura ya era una presencia en dicha organización hasta el punto de crear e impartir el curso titulado ‘Partners in Peace and Development (La colaboración en la paz y en el desarrollo)’, un curso acerca de cómo la iglesia y la O.N.U. pueden ser colaboradores en las dos áreas. Impulsó esta presencia agustiniana sobre todo como miembro de la comisión provincial de Paz y Justicia. Estas dos coordenadas definen el talante de los agustinos del Midwest, provincial a la cual pertenecen tanto Szura y el ahora papa León XIV. Szura por sus esfuerzos gigantescos y generosidad sin límites recibió el galardón ‘Outstanding Service Award’ de la Sociedad por el Estudio de la Paz, del Conflicto y de la Violencia. Incluso publicó algunas colaboraciones sobre esta temática de paz y convivencia, desde una perspectiva agustiniana, en la revista filipina The Pelican publicada por el Instituto de Santo Tomás de Villanova del San Agustín Center of Studies.

La experiencia tanto en Perú como en Filipinas le marcó por toda la vida. En 2007 justo un año tras conocerlo, Szura fundó el programa ‘Pennies for Heaven (Monedas para el cielo)’ para recaudar fondos para los gastos médicos de niños pobres en Filipinas.

Un tema preferido en la conversación era la Doctrina Social de la Iglesia, una materia que enseñó en el San Agustín Center of Studies con frecuentes visitas a lugares y centros de ayuda para los indigentes y víctimas de las calamidades en la capital filipina.

El igualitarismo en la vida religiosa agustiniana

En la vida religiosa, incluso en la familia agustiniana cuyo carisma es la vida fraterna en comunidad, existen jerarquía e incluso clases sociales o determinaciones cuyos criterios son la antigüedad, el favoritismo de parte los superiores y formadores, la precedencia familiar, etc. Szura, desde su cultura norteamericana, y marcado por su experiencia en el Perú, por donde también había pasado Robert Prevost como misionero agustino del Midwest y como obispo, intentó un agustinismo más igualitario durante su estancia filipina.

Denominado ‘padre’ o ‘abuelo’ o incluso ‘pater o mater misericordiae’ por los formandos en Filipinas, sobre todo los que suspendían las asignaturas, los castigados por los formadores o los que se encuentran solos en el estudiantado. Szura me comentaba lo de la herencia o mentalidad jerárquica tan presente entre los formadores de origen español e hispano, pues Perú y Filipinas compartían el mismo patrimonio hispánico en la formación religiosa, con todas sus luces y las sombras. A veces, es preciso reconocerlo, estas últimas incluían la dureza.

Con Szura las divisiones entre formandos y formadores se desaparecían o borraban en lo cotidiano.  Y por eso el P. Szura se granjeó la crítica e incluso de otros de los frailes filipinos, a quienes denominaban ‘los antiguos’ o ‘los de la tercera edad’ porque su estilo demasiado abierto y liberal no iba bien dentro de las estructuras conceptuales y culturales de Filipinas.  Insistía en que se le llamara ‘John’ y no ‘padre John’. Decía que al padre general se le debía llamar ‘Rob’ y no ‘Reverendísimo’. Incluso llamaba al papa de entonces ‘Ben’ (por Benedicto XVI). Algo que no cuajaba en este mundillo clerical.

Reflexiones finales: Claves y talantes que son retos

No es este el lugar de evaluar el ‘estilo’ del P. John o ‘John’ pero es preciso subrayar dos cosas. Por una parte, su activismo agustinismo. Siempre me decía que la cuestión de justicia social forma parte del talante y de la formación en su Provincia Agustiniana del Midwest, algo que quería implantar aquí en Filipinas.  Y tiene razón. Los frailes de las dos provincias agustinianas en esta tierra no están viviendo exactamente el apogeo de su vida religiosa y se contentan con los saraos sociales puesto que otras congregaciones de implantación más reciente les han superado en términos de número de personal y recursos, por lo que el dinamismo carismático se ha quedado en una especie de limbo.

Por otra, su igualitarismo agustino con sabor claramente norteamericano y democrático (incluso liberal) si bien tiene muy difícil su implantación en nuestro contexto filipino es claramente una llamada a redescubrir lo clásico del agustinianismo: el carisma de la vida comunitaria vivida fraternalmente ‘In Illo Uno Unum’, como rezara el lema papal del primer papa agustino. En Filipinas, por ejemplo, existen dos salas de recreo, una de para los ‘padres’ y otra para los ‘no padres’ o estudiantes o formandos. Insistía Szura que en la vida religiosa lo de padres no es un privilegio o un eslabón superior. Lo único que cuenta es que todos sean hermanos, frailes.

En nuestras conversaciones confidenciales, Szura hablaba de su entonces general como ‘un hombre sensato, abierto, igualitario’. Había vaticinado años atrás que podría llegar a ser obispo, profecía cumplida en 2014 cuando Prevost fue nombrado obispo de Chiclayo. Ya estaba gravemente enfermo John cuando Francisco lo elevó al cardenalato. Y solo ha podido ver a su exformando desde el cielo convertirse en Pedro.

No es que el actual sucesor de Pedro se conforme como réplica exacta a este molde diseñado, forjado, abogado y vivido por su exformador pero sí este activismo e igualitarismo de raigambre agustiniana, según creo, se están haciendo cada vez más patentes empezando con eso de ‘Con ustedes soy cristiano y para ustedes soy obispo’ pronunciado desde la loggia de san Pedro pasando por su reconocimiento que sin sus colaboradores el papa no podía avanzar hasta el presente. Prevost tiene su propia personalidad. Y la estamos viendo, empezando con los momentos en que tenía el corazón en la mano al emocionarse sin duda al tener muy en cuenta el peso del pontificado que lleva sobre sus hombros.

Desde luego, podemos comprender mejor este pontificado que está teniendo un despliegue providencial desde estas dos claves o talantes que son retos no solo para la vida religiosa sino para toda la iglesia peregrina.