"Esta vez la novedad son los espectáculos y monólogos alejados del sentir religioso" Catedral de Segovia: Luces, cámaras, ¡acción!
"Ahora están de moda los espectáculos lumínicos en los templos al estilo de la new age, pero no olvidemos que la gran mayoría se están realizando en espacios de culto protestante donde la finalidad de lugar no es la misma que los católicos"
"Al Deán de la Catedral de Segovia se le conoce, según se ha denunciado en diferentes medios, por sus incoherencias a nivel de Liturgia, el incumplimiento del Derecho Canónico y su suspenso en Doctrina Social"
"Aunque nos cuesta, seguimos rezando por usted para que sea valiente, cumpla con sus funciones, tome decisiones tajantes y confirme en la fe a sus hermanos"
"Aunque nos cuesta, seguimos rezando por usted para que sea valiente, cumpla con sus funciones, tome decisiones tajantes y confirme en la fe a sus hermanos"
| Mercedes García, Historiadora del Arte y Teóloga
Con motivo de la fiesta segoviana de San Frutos, la Catedral de Segovia comienza de nuevo su propio espectáculo que esta vez incluye luces, cámaras y acción. El programa de festejos del Ayuntamiento de Segovia lo deja claro: “Santa Iglesia Catedral. Espectáculo lumínico a las 12 de la noche en el interior del templo: “Luz de San Frutos, Luz de fe” con acompañamiento de concierto de órgano a cargo de los organistas Ángel Montero y Francisco Javier Santos. Entrada gratuita. En el marco de la conmemoración del 500 aniversario del inicio de la Catedral de Segovia. En colaboración con el Cabildo Catedral de Segovia. Durante el espectáculo se llevará a cabo la representación de un monólogo sobre la figura del Santo, a cargo de la actriz Ángel Almendáriz, con diferentes pases”.
La Catedral de Segovia no inventa nada nuevo, aunque estén a la "vanguardia ridícula" en gestión profana del templo como un museo: esta vez la novedad son los espectáculos y monólogos alejados del sentir religioso. Ahora están de moda los espectáculos lumínicos en los templos al estilo de la new age, pero no olvidemos que la gran mayoría se están realizando en espacios de culto protestante donde la finalidad de lugar no es la misma que los católicos. Y de hacer una “representación de un monólogo”, mejor no hablar; se deja en evidencia el trabajo realizado por el querido segoviano Alfonso Mª Frechel con el tradicional villancico de San Frutos donde sí que se habla del santo (sin ser una actriz protagonista) y sí que forma parte de las obras de música sacra (sin venderlo como espectáculo).
Recordemos de nuevo al Deán Rafael de Arcos Extremera y también al obispado de Segovia, obispo y vicarios que habrán autorizado este espectáculo y el monólogo (o eso pensamos) el Código de Derecho Canónico: “Los lugares sagrados deben destinarse exclusivamente al culto divino, evitando aquello que no concuerde con la santidad del lugar” (Canon 1210).
Cuando se introduce en ellos un espectáculo que no tiene relación directa con la fe (a pesar de que lo adornen con el nombre de San Frutos poca relación tiene con el santo eremita… ya tenemos experiencia con la luna comparada con la Virgen María), se pierde el sentido de lo sagrado y se diluye la frontera entre lo divino y lo profano. El mismo Cristo lo deja claro: “Mi casa será casa de oración, pero vosotros (obispado, Deán y cabildo) la habéis convertido en cueva de ladrones” (Lucas 19,46). Esto no es solo para las iglesias de los pueblos cuyos actos bloquean de forma inmediata, también para la Catedral: el clericalismo tiene una doble vara de medir. ¿Miedo de enfrentarse al Deán y Ecónomo por algún interés particular?
El brillo de las luces artificiales y las palabras teatrales de un monólogo (concepto que nos habla de esa tendencia comercial de bares y restaurantes) no es apropiado para una Catedral, pueden eclipsar la verdadera luz que debe resplandecer en la catedral: la Luz de Cristo, que ilumina las almas a través de la liturgia y de los sacramentos. San Juan Pablo II en su carta Duodecimun Saeculum (1987), recordaba que el arte sacro debe “elevar el espíritu hacia Dios”, no distraerlo con la estética vacía o el espectáculo. Estas propuestas pueden ser medios, pero nunca fines. Conseguir que algo así no aleje del verdadero sentido del lugar, es un reto que algunas personas consiguen, pero también hay que tener interés para ello, hecho que, por lo que llevamos viendo, no es el fin del Deán segoviano.
Otra vez la Catedral de Segovia no deja de sorprendernos, aunque seamos cada vez más las personas que estamos denunciando en los medios sus continuas actuaciones alejadas de la doctrina de la Iglesia. ¿No van a parar nunca?, ¿todo su planteamiento pastoral se basa en actuaciones, museos de la Luna, misas sin misa (y cobrando) y demás espectáculos de variedades? Es una pena. Como han manifestado otras personas a través de los medios, y muy apropiado para esta noticia, parece ser que el Deán de la Catedral, con autoridad clericalista, no deja que hagan los laicos vigilias de oración por la noche, pero sí que vemos espectáculos profanos: el negocio es el negocio, el turismo es el turismo... la pasta es la pasta para el Deán.
Al Deán de la Catedral de Segovia se le conoce, según se ha denunciado en diferentes medios, por sus incoherencias a nivel de Liturgia, el incumplimiento del Derecho Canónico y su suspenso en Doctrina Social. No olvidemos que a esto se unen otras cuestiones que podemos considerar (a nivel humano) más graves como son los presuntos casos de corrupción (pagos en negro, malversación de donativos, fraude fiscal) y el acoso a trabajadores por parte del Deán y Ecónomo de la diócesis, el toledano Rafael de Arcos Extremera, que se denunciaron en los últimos meses.
El cabildo y el mismo obispo Jesús Vidal taparon con una investigación cutre sin tener presente a las víctimas y con la que ha pretendido silenciar las denuncias; aunque creo que no lo va a conseguir y seguirán saliendo más porque, parece ser, que “hay mucho oculto que llegará a descubrirse”. Seguimos esperando respuestas a tantas denuncias sobre la situación de la catedral y también respuestas al escrito de una de las víctimas y una investigación clara por parte del obispado, teniendo presente a la otra parte quien mostró pruebas y más pruebas de que estaba en lo cierto y que estaba diciendo la verdad y cuyo testimonio conocimos gracias a Religión Digital, desde donde se escuchó y se informó con un espíritu claramente bergoliano.
Como, por lo que podemos ver desde hace meses, todo cae en vacío en este cabildo y obispado tan clericalista, creo que ha llegado el momento en que el Nuncio tome cartas sobre este asunto y según el Canon 364 del Código de Derecho Canónico, informe a la Sede Apostólica acerca de las condiciones en que se encuentra la Catedral de Segovia con toda la información que hay publicada y, por corresponsabilidad de la diócesis de Segovia y se investigue a todas las personas responsables, del primero al último.
El obispo, al no actuar sobre estos actos que están manchando la integridad moral de la iglesia segoviana y mirar para otro lado ante las denuncias de las víctimas (a pesar de ser asesor del Dicasterio del Clero), tendrá que rendir cuentas a su mismo Dicasterio y también al de los Obispos, donde está nuestro querido José Cobo (imagino que conocerá este caso). No se puede estar consistiendo esta situación en la diócesis de Segovia; a pesar de ser pequeña y rural, no por ello es menos importante.
Esperábamos más de usted, señor obispo Jesús Vidal, todo hay que decirlo; un obispo nombrado por Francisco debería ser íntegro, al menos, en las cuestiones que nuestro querido Papa tanto insistió como es la defensa de las víctimas. Estamos decepcionados y eso que lleva 10 meses en Segovia. Aunque nos cuesta, seguimos rezando por usted para que sea valiente, cumpla con sus funciones, tome decisiones tajantes y confirme en la fe a sus hermanos.
Insisto: el clericalismo tiene una doble vara de medir.
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