"Fue el único judío entre los 12 discípulos que Jesús eligió" Judas es la advertencia de nunca dejar de vivificar la vida, según Jesús

Detalle de "El beso de Judas", Fra Angelico
Detalle de "El beso de Judas", Fra Angelico

"Judas no es sino una pequeña muestra de todas las  Traiciones, incoherencias, contradicciones, que por generaciones llevamos los cristianos a  las espaldas"

"Judas Iscariote fue el único judío entre los 12 discípulos que Jesús eligió (el resto eran  galileos) y por ello, poseía ideas religiosas más enraizadas y un gran apego a las  concepciones tradicionales del Mesías"

"Judas no tenía la intención de que Jesús muriera. No creyó que eso fuera a ocurrir, pero al  ver lo que había provocado, sufrió grandes y terribles remordimientos"

"Mi pensar es que Judas, después de su  muerte pudo otra vez besar tiernamente al Resucitado y decirle a su oído: Amigo, sólo tú  Eres Alguien para siempre"

Para quien hace una lectura atenta y profunda del Evangelio sólo hay una definición  aceptable de Judas: el amigo de Jesús. Judas no es sino una pequeña muestra de todas las  Traiciones, incoherencias, contradicciones, que por generaciones llevamos los cristianos a  las espaldas. Jesús en el mismo momento en que Judas ejecuta su traición por medio de  una de las señales más sagradas del amor, el beso, saca del vocabulario de su propio corazón  un solo nombre: el nombre de ¡amigo! Dios no es legalista porque elige una relación de  amor que es la única que nunca ha sido legalizada. Todas las otras sí lo son: relación de  socios, laboral o contractual, también entre padres e hijos, relación matrimonial, de dueño  y mascota, de religión y creyentes, etc., pero no la de amistad. 

No me escandalizó de que Jesús haya llamado a Judas con el nombre de amigo. Incluso es  algo que me llena de alegría. Porque ese mismo nombre me corresponde a mí en todo  derecho. Porque yo también he aprendido a traicionarle mil veces.  

Cada uno de los apóstoles, por un momento, ha tenido conciencia de que podía ser el  traidor, cuando Jesús hizo, en la mitad más emocionante de la última cena, una declaración  inquietante: Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará...San Juan nos refiere un  hecho espeluznante: Satanás entró en Judas (Jn. 13,27; Lc.22,3a). La ocupación tremenda  por parte de Satanás es posible porque Judas está ya "deshabitado". 

El beso de Judas

Pero puede surgir una sospecha: ¿No estaría Judas deshabitado del amor de sus  compañeros? El mismo texto de Jn. 12,3-8 da cuenta de la tirantes y discrepancias de los  discípulos hacia su persona… Si el corazón de Judas, hubiese sido cuidado constantemente,  si hubiese sentido el amor de los demás apóstoles… ¿Hubiera sido entonces posible que  Satanás tomará posesión del mismo? Satanás tiene vía libre cuando desertamos de la  relación con Dios y con los otros, porque lo Maligno divide para reinar. Posteriormente,  todos los apóstoles estuvieron cincuenta días conociéndose, orando juntos, esperando,  hasta que la Relación del Padre y del Hijo en Persona, el Espíritu Santo, bajó sobre cada uno  de ellos estando en relación. Judas no se dio esa oportunidad, se quitó la oportunidad y le  importó más lo que le hizo a su amigo Jesús que, seguir estando con sus compañeros. 

Aquí está el primer sacrilegio de la iglesia naciente: La primera iglesia traicionaba a Jesús  antes de que Judas llegase a prenderlo. Se les había ofrecido aquel amor gratuito que nos  hace salir de nosotros mismos. Era una traición de amor. Y los apóstoles eran más culpables  que Judas, porque no habían comprendido el alimento de Jesús, su Donación gratuita a  cambio de nada, su Máximo Amor y entrega…y se preparaban para el máximo rechazo a  ese Amor. No era necesario para nuestra salvación lo que Judas hizo, seguramente teniendo grandes razones en su cabeza, y de esa manera crucificaran a Jesús y nos salvara. No!! No  nos salva la crucifixión que fue un asesinato, ni nos salva la muerte de Jesús, sino que nos  salva la Vida de Jesús entregada hasta la muerte. Y dicha entrega se verifica en una donación  en relación. Si la unidad de cada uno con Dios y la unidad entre nosotros no nos lidera,  habrá traición. Cuidar nuestra salvación, es cuidar la relación, para que nadie esté  deshabitado del amor. 

Judas Iscariote fue el único judío entre los 12 discípulos que Jesús eligió (el resto eran  galileos) y por ello, poseía ideas religiosas más enraizadas y un gran apego a las  concepciones tradicionales del Mesías, que era esperado en la forma de un profeta, de un  gran sacerdote, de un líder revolucionario o de un rey que derrotaría a los invasores. Judas  es cautivado por la figura de Jesús, pero cuando éste se presenta como hijo de Dios, debió  sufrir un gran impacto y una terrible decepción. Judas era un hombre idealista. Siguió al  Maestro porque, al igual que los otros apóstoles, pensó que los iba a sacar de la opresión.  Para seguir a Jesús no hay que ser idealista, religioso pesimista u optimista, o un fanático  de las propias creencias, sino que hay que ser realista como ser humano.  

Judas

Jesús se había escabullido varias veces cuando intentaron capturarlo. Quizá Judas pensó  que Jesús escaparía otra vez o que por fin se presentaría la oportunidad de presionarlo a  manifestarse de manera portentosa. Judas creía en Jesús como emancipador del pueblo a  la manera zelota, pero no le calzaba lo que Jesús afirmaba en cuanto al amor a los enemigos,  poner la otra mejilla y orar por quienes les perseguían. Todo ello significaba un cambio en  la manera de ver la realidad y los acontecimientos que, por lo visto, Judas no pudo asimilar. 

Se podría sostener que Judas haya sido parte del grupo de los sicarios y de ahí su epíteto  Iscariote. Y como todo es creencia en esta vida o las creencias nos gobiernan, podríamos  pensar que el hecho de crecer con el nombre Judas, en ese tiempo evocaría al líder  revolucionario y legendario Judas Macabeo; igualmente iscariote refería a un miembro de  los Sicarii ( סיקריים ,(o un grupo de rebeldes judíos que eran conocidos por cometer actos de  terrorismo asesinando personas entre las multitudes escondiendo dagas bajo sus capas (aunque hay que decir que muchos ubican el comienzo de los sicarios el año 40dc, lo cual,  no coincidiría al menos con la fecha de reconocimiento histórico oficial de la existencia de  los sicarii, pero sabemos que todo grupo tiene sus vivencias desde mucho antes de ser  reconocidos por un nombre más específico). Con esas creencias en la consciencia de Judas,  podemos percibir sin justificarlo, que su relación con Jesús era concebida principalmente  desde su creencia o mentalidad revolucionaria y política, donde la metanoia  (µετανοειτε→estén cambiando de disposición mental: Mc. 1,15b) o cambio de mentalidad  que Jesús pedía casi como condición sine qua non, no fue alcanzada por Judas. 

Jesús lo había elegido como el ecónomo o administrador económico del grupo de los Doce,  por lo cual, suponemos había una gran confianza y conocimiento entre ellos (Jn. 13,29).  Pero también quien ha tenido una experiencia administrativa o de recolectar dinero, sabe  que va perdiendo continuidad en los procesos y, por tanto, efectividad. También tienen la vivencia de estar en entredicho por quienes hacen parte en dicho proceso. Eso implica que  tal vez judas, no estaba tan disponible en la formación que requería de su rabbi o maestro.  Tiendo a pensar que Judas fue el primer apóstol que tomó consciencia de quién era  verdaderamente Jesús, y lo hizo sin la luz, entendimiento y paz de un Pentecostés, por ello,  quizá se desesperó, se halló sin salida, para él mismo y para Jesús, y terminó suicidándose. Dejó sin salida al que es la Vida Misma y se quitó la vida. 

Judas

Tal vez, la estrategia política y revolucionaria de Judas era que apresaran a Jesús, ya que  posteriormente de su recibimiento triunfante en Jerusalén, Jesús se echó al poder  económico y religioso encima, y perdió el apoyo que tenía incluso de muchos del pueblo  que después gritarán, crucifícalo. De hecho, cuando lo apresaron hubo una turba o  muchedumbre enardecida con espadas y palos (Mc. 14,43b). Para la mentalidad de Judas,  si Jesús estuviese recluido, sería más fácil reincentivar y reinsertar luego de un tiempo  menos tempestuoso, su imagen y figura ante el pueblo como un revolucionario, un héroe  de verdad y como el mesías libertador de los opresores. La misma gente presionaría su  liberación. Por ello, al arrestarlo debían de cuidar de su seguridad y protegerlo de la turba  (απαγαγετε→ condúzcanle desde ασφαλως→la seguridad: Mc. 14, 44b). Quizá así lo  entendió, cuando en la última cena Jesús le dijo: “lo que vas a hacer, hazlo pronto” (Jn.  13,27). Y así se explicaría también el indicar con un beso a Jesús para que lo tomaran preso:  “Amigo, ¿a qué vienes?” (Mt. 26, 50a). Como observamos Jesús lo llama amigo y le dice  “¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” (Lc. 22,48). Algo ocurría, no es una mera  traición, sino que hay una razón oculta en el contexto de Judas. Ciertamente era costumbre  de la época que al Rabbí o Maestro se le saludaba con un beso, pero Judas le da un beso  con ternura; así queda consignado en el evangelio más antiguo (και→ Y κατεφιλησεν→ besó tiernamente αυτον→ a él: Mc. 14,45b). 

Judas no tenía la intención de que Jesús muriera. No creyó que eso fuera a ocurrir, pero al  ver lo que había provocado, sufrió grandes y terribles remordimientos. En realidad, era  Judas quien había sido traicionado por el poder religioso, que manipuló el fanatismo  revolucionario de Judas, para eliminar a Jesús. Por ello, cuando toma consciencia de que  Jesús era realmente el mesías (ya no como mesías político, sino según el siervo sufriente de  Is.53), fue a arrojarles de vuelta las 30 monedas de plata (unos 1.200 dólares en la  actualidad) a los sacerdotes en el Templo (και→ Y ριψας→ habiendo lanzado τα→ las  αργυρια→ platas εν→ en τω→ la ναω→ habitación divina…: Mt. 27,5). Notemos que el  original dice habitación divina. No sabemos si fue la habitación del Kodesh  haKodashim ( יםִׁ שָ דֳּ קַ ה שֶ דֹק (o Apartado de apartados, o "Sanctasanctórum" y "Santo de los  Santos", lo cual, representaría un desprecio y rabia directamente hacia el fanatismo  religioso traidor que se aprovechó del fanatismo revolucionario de Judas.

Ello no implicaría  un desprecio a Dios o a lo divino, pues, ya medio milenio antes no se podía decir el nombre  de Dios en el Sanctasanctórum, pues, los babilónicos al destruir el primer Templo, habían  destruido el Kodesh haKodashim y asesinado al sumo sacerdote que tenía el secreto de  saber cómo decir el Nombre. Judas prefirió entregar a Jesús al poder religioso creyendo que sólo lo arrestaría, jamás que  lo eliminaría. El poder religioso traicionó a Dios y a Judas. Caifás sabía de las profecías de  Isaías 53 reveladas 760 años antes, pero no le convenía ese mesianismo del siervo de YHWH.  Esa invención y ambición humana de tener un poder sagrado, ese fanatismo, le hizo decidir  no querer ver. La misma especie de fanatismo, pero romano, que después destruirá dicho  "Sanctasanctórum" el año 70dc, sin haber mediado una orden oficial e imperial para  hacerlo. Y es que todo fanatismo es el escenario para que la ceguera de la traición tome  protagonismo. 

Judas

La misma mentalidad y los mismos actos libres de la voluntad de Judas fueron  determinando su decisión final, incluso su forma de muerte. La misma ley judía declaraba  maldito a quien muriera colgado, con lo cual, el suicidio era sólo la última y más  irremediable de toda una serie de decisiones tomadas por Judas. Hay dos versiones en la  biblia de cómo murió Judas: que se suicidó ahorcándose (no dice ni dónde ni cómo, Mt.  27,5); y una más atroz que dice, que con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y  cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron (Hechos 1,  17-18: και→ y πρηνης→ de cabeza γενοµενος→ habiéndose venido ελακησεν→reventó  ruidosamente µεσος→ en medio και→ y εξεχυθη→ fue desparramado παντα→todos τα→los σπλαγχνα→intestinos αυτου→ de él ). Hay que decir que tal vez, se ha elegido en la  tradición, la predicación del ahorcamiento, lo cual, hace de Judas un maldito y traidor. Quizá  se dejó de lado la versión del libro de los Hechos por ser muy cruenta, pero accidental. 

Lo que le dolió a Judas no fue la posibilidad de perder el paraíso, según la religión, sino  haber perdido la voz de su amigo y Maestro, la voz de Jesús de Nazaret. La muerte nos despoja de todo. Pero nos llevamos el amor que pusimos y dejamos el amor que dimos. Siempre le damos a Dios tan poco, pero Él sabe que en ese poco estuvo todo nuestro ser.  Dios sabe que no lo amamos a su altura, pero que lo amamos como pudimos y entendimos  el amor. Dios ama con nuestro amor, y como lo damos mientras caminamos hacia su  Misericordia. Él es tan comprensivo, que se anticipa a nuestros contextos, y nos perdona,  no después de un proceso largo, sino estando sufriendo lo que le hicimos: perdónalos  porque no saben lo que hacen (Lc. 23,34). 

Cuenta la leyenda que Santa Brígida, monja y vidente del siglo XIV, aseguró que, en una de  sus visiones, Jesús le permitió hacerle una pregunta, acerca de cualquier cosa que ella  quisiera conocer. Ella preguntó “¿Se salvó o se condenó Judas?”, sin saber que la misma  pregunta había sido hecha por otra vidente, Santa Gertrudis, un siglo antes. La respuesta  fue la misma: “¡Si supieras lo que tuve que hacer para salvarlo!”. Y yo me pregunto ¿qué  tuvo que hacer el Señor? Quizá bajar al sheol o el lugar de los muertos; quizá revelarnos  que la Gratuidad tiene la última palabra y que la muerte, aunque sea un suicidio o una  horrible caída, tiene sólo la penúltima palabra. Mi pensar es que Judas, después de su  muerte pudo otra vez besar tiernamente al Resucitado y decirle a su oído: Amigo, sólo tú  Eres Alguien para siempre.

Santa Brígida

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