"Estoy seguro que hoy se está sembrando un espléndido futuro de gracia en el Prado" Comunidad Familiar de Prado Nuevo: "Han destruido la capilla, pero surgirá otra más hermosa"

Las emociones se agolpan en una jornada como la de ayer; duele ver como una infraestructura provisional que ha dado “tanto juego” espiritual (más de 1500 misas, 130 jornadas eucarísticas y numerosas exposiciones del Santísimo), y que ha recibido centenares de peregrinaciones de personas procedentes de los cinco continentes, se está desmontando panel a panel, sin ningún otro tipo de consideración.

No en vano, los seguidores de la Virgen María somos un “pueblo duro”. Concretamente en Prado Nuevo hemos vivido un sinfín de dificultades. Diría más, vivimos “pegados” a la dificultad, y de ahí nuestro carisma reparador: agresiones verbales y físicas, calumnias e incluso el juicio inmisericorde de las distintas cadenas de televisión que nos visitan y pontifican sobre una vida que ni viven ni conocen, sobre una Fe que ni sienten ni valoran, sobre unas obras que no practican...

Difícilmente puedan comprendernos aquellos que con sus prejuicios nos estigmatizan. Pero eso no nos debe preocupar. Suscribo íntegramente las palabras de Manuel Nogueira, un gran amante de la Virgen: “Han destruido la Capilla de Ntra. Señora, en Prado Nuevo. Pero lo que realmente están haciendo es reducir un pequeño edificio a escombros. La capilla real, la viva, que somos todos nosotros, esa, nunca serán capaces de destruirla”.

¿Quién puede matar o reducir a cenizas los momentos extraordinarios de Fe, Amor, belleza espiritual, un encuentro profundo y vivo con el Señor? ¿Quién puede quitarnos tal grandeza que durará toda la eternidad? Nadie, ni siquiera el mayor poder humano es capaz de pellizcar, como mínimo, esa grandeza.

Lo que desaparece es un espacio físico: surgirá otro, más espacioso y aún más hermoso.

“¡Levántate, Jerusalén!” (Isaías 40, 10ss) "Aquí está el Señor Dios, que viene con poder, su brazo gobernará. Con Él viene el premio de la victoria, los frutos de su conquista lo preceden".

Estoy seguro que hoy se está sembrando un espléndido futuro de gracia en el Prado. El pasado ha pasado. No vuelvas. Un nuevo horizonte de grandeza y belleza espiritual se está rompiendo. Seamos capaces, si no de entender que los caminos de Dios son insondables, al menos de aceptar y abrirnos a la grandeza que contienen, incluso si no entendemos nada…