"Señores obispos: denle una vuelta mientras vuelan a Roma" Juan Cuatrecasas: "El Plan Priva ha muerto, descanse en paz. Dejemos paso de una santa vez al informe del Defensor del Pueblo"

Me dijo un superviviente de pederastia una vez, mientras tomábamos un café sentado en la terraza del Círculo de Bellas Artes de Madrid que los obispos españoles nunca serían capaces de mostrar empatía por las víctimas de violencia sexual contra la infancia agredidas entre los muros de parroquias, colegios concertados y colonias estivales, porque sus heridas y cicatrices no son ni la mitad de grandes que la de los seres humanos que un día fueron maltratados y violentados por curas y religiosos.

Lo que estamos viviendo los últimos días con el caso del obispo de Cádiz y Ceuta, un presunto pederasta y encubridor, es una demostración palpable de ello. Los ejercicios de maquillaje barato, las ganas de seguir ocultando, las tretas y artimañas por encubrir la dura realidad de una iglesia cobarde y mentirosa, han dejado a la hispana jerarquía de la iglesia de Añastro a la altura del lodo, algo que muchos ya sabíamos y que con el caso Zorzana, que según contaba El País, se conocía hace mucho sin que nadie tomara medidas cautelares, ha explotado.

Muchos han sido los pederastas, no es Zornoza el primero en descubrirse, ni por desgracia será el ultimo. Mientras algunos medios de comunicación escrita vinculados de modo directo o indirecto a Añastro de esfuerzan estos días en lavar la cara sucia de los obispos y vender humo con el difunto y siempre insuficiente Plan Priva, frotando la lamparita para intentar transformar fracaso en éxito, las víctimas y supervivientes en la máxima proporción numérica esperan una alternativa que supla las ya innegables carencias, pensando bien fruto de la negligente ignorancia, pensando mal fruto de la incontinencia deshumanizadora y encubridora de esos príncipes orondos de una iglesia decrépita y sin principios ni valores.

Los que pretenden seguir hundiendo a las víctimas en el hoyo oscuro de la vulnerabilidad, ellos y ellas saben que algunos les conocemos de sobra, deben saber que su verborrea litúrgica nunca nos impresionó, pese a que siempre mantuvimos la ventana abierta dandoles una oportunidad que nunca asumieron.

Esa ventana ya se cerró pese a los intentos de algunos miembros de ese tribunal de la inquisición nacida en Añastro y bautizada como Comisión Plan Priva, de seguir acosando a supervivientes para que acudan allí para ser indemnizados en base a unos criterios falaces, miserables y con déficit absoluto de parámetros de imparcialidad y equidad.

El Plan Priva ha muerto, descanse en paz. Dejemos paso de una santa vez al informe del Defensor del Pueblo. Una respuesta necesaria pide paso. Para la iglesia no debería ser una opción, sino una obligación y una necesidad. Solo la verdad les hará libres, señores Arguello, García Magan, Iceta, Gil Tamayo, Sanz. Denle una vuelta mientras vuelan a Roma. Cognoscetis veritatem et veritas liberabit vos.