"35 años juntos. ¡Pues se me está haciendo muy corto!" San Valentín como yo lo vivo

San Valentín
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Pues no: no va a ir la cosa por eso de "para mí San Valentín debe de ser todos los días del año". No, por ahí no

San Valentín para nosotros es un símbolo más de los que nos recuerdan lo importante que es el amor en nuestra vida

Disfrutar juntos y querernos, dar un paso más en ese crecimiento, como pareja, que confirme la solidez del recorrido de nuestros 30 años de casados más otros cinco de novios...

Son 15 años desde que conocimos Encuentro Matrimonial, y hoy en día tengo claro que esto nos ha favorecido para poder llegar a dicho aniversario

(Encuentro Matrimonial).- Pues no: no va a ir la cosa por eso de "para mí San Valentín debe de ser todos los días del año". No, por ahí no. Ni siquiera por el tópico de "es mejor un detalle hecho con cariño que un regalo comprado", o cosas por el estilo. Solo os quiero compartir cómo vivo yo San Valentín. 

Con el tiempo que llevamos sufriendo a la COVID-19 (evito expresamente maldecirla) he comprobado alguna cosilla que me gustaría contaros. Tanto en el tiempo "normal" del curso del año, como en momentos especiales, entiéndase Semana Santa, Navidad, festivos... la relación con Belén, mi esposa, pareja y cónyuge, ha salido favorecida.

Hemos tenido una relación de comunicación más íntima y profunda, lejos de lo que afirman algunos de "estar hartos de verse todo el día" (durante el confinamiento, teletrabajando ambos en casa, tampoco nos veíamos todo el día, ciertamente) hemos estado más cercanos, más atentos el uno al otro, más comprensivos y más generosos. Cierto es que estábamos en nuestra casa del pueblo, cómoda y con jardín. Eso favorecía que todo fuese bien en ese pequeño "Eden"; pero también es muy cierto que nada es gratuito, y que tener una relación estable, cómplice y empática es siempre el resultado de una labor bien hecha. 

Pues en ese sentido quiero, queremos Belén y yo, vivir San Valentín. Para nosotros es un símbolo más de los que nos recuerdan lo importante que es el amor en nuestra vida. Por supuesto que hay amor en muchas cosas y para mucha gente, familia, amigos, trabajo, pero tenemos muy claro que la base de todo ello, aquello en lo que se sustenta nuestro pequeño mundo, es en la solidez de nuestro matrimonio. Quizás, porque no siempre ha sido así, ahora lo apreciamos más. 

¿Cómo vamos a vivir San Valentín? Pues espero y deseo que siendo fieles a esta máxima de que lo importante somos nosotros. Os aseguro que no hay cosa, sea objeto, regalo, momento, palabras o escritos que puedan llenarme más de felicidad (en un momento determinado podría subtitularse como orgullo, o complacencia, o pasión, o ternura, etc.) que percibir un gesto de Belén que me indique que está conmigo, que "está por mí", como se decía antes, que acoge mis sentimientos, que me escuchará ávida de comprenderme y aceptarme como soy, dispuesta a hacer casi cualquier cosa por mí (tampoco me voy a pasar, no sería realista, decir "todo"). 

Normalmente completaríamos esa complicidad con una parada para reflexionar sobre lo que somos el uno para el otro y sirva para celebrar esa compenetración: seguramente un paseo, un juego, un poco de marisco, una peli o una serie que nos enganche. Disfrutar juntos y querernos, dar un paso más en ese crecimiento, como pareja, que confirme la solidez del recorrido de nuestros 30 años de casados más otros cinco de novios. Son 15 años desde que conocimos Encuentro Matrimonial, y hoy en día tengo claro que esto nos ha favorecido para poder llegar a dicho aniversario. 35 años juntos. ¡Pues se me está haciendo muy corto! 

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