"Observadores del mundo a través de su ojo inmoral y sucio" Santiago Agrelo: "Para los que observan el mundo a través de su angosta mirilla moral"

Jesús y la adúltera
Jesús y la adúltera

"Ni entonces ni ahora interesa 'la pecadora'. Sólo interesa desautorizar a Jesús: O traiciona su misericordia, o queda a la vista de todos que es un traidor a la ley"

"Para los de la mirilla angosta, el mundo evocado es sólo un infierno frío, gélido, oscuro, ajeno a la vida… sólo un infierno"

La palabra es la misma para todos: «aborto». Pero en cada uno evoca mundos diversos.
En algunos el aborto evoca sólo un pecado horrible, un crimen, una crueldad… y para quien aborta sólo cabe la declaración de culpable de un pecado horrible, de un crimen, de una crueldad.

Esas personas creen firmemente que no hay más mundo que el que ellas ven a través de la mirilla instalada en su tomo de normas morales. ¡Escaso mirador para un mundo que va mucho más allá de la propia escalera!

Esos observadores del mundo a través de su angosta mirilla moral, nada saben de las madres que perdían a sus hijos porque durante el embarazo habían de hacer los mismos trabajos y llevar las mismas cargas que en los días de su ingravidez.

Esos observadores del mundo a través de su ojo inmoral, nada saben de cuidados y preocupaciones, de miedos y angustias por la criatura que se puede perder, no digamos ya por la criatura que de hecho se pierde, y que, sin nombre y sin abrazos, la piedad ha de devolver a la tierra.

Esos observadores del mundo a través de un ojo sucio, nada saben de las heridas que un aborto provocado puede dejar abiertas para siempre en la carne de una mujer o de un hombre.

Piedras contra la mujer adúltera

Cuando esos observadores, para satisfacción de su vanidad moral creen haber sorprendido a alguien en flagrante delito de aborto, recuerdan la condena establecida para el delincuente en el tomo moral a través del cual se obstinan en no ver el mundo, y se lo llevan a Jesús.

Ni entonces ni ahora interesa “la pecadora”. Sólo interesa desautorizar a Jesús: O traiciona su misericordia, o queda a la vista de todos que es un traidor a la ley.

La palabra continúa siendo la misma para todos: «aborto».

Para los de la mirilla angosta, el mundo evocado es sólo un infierno frío, gélido, oscuro, ajeno a la vida… sólo un infierno.

La puerta estrecha
La puerta estrecha

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