¿Ahora solo falta que sea altavoz del Evangelio? La TRECE no necesita inyecciones

Antonio Jiménez, con El cascabel
Antonio Jiménez, con El cascabel

A LA TRECE le sobran obispos. Y palabras y ritos. Y ceremonias. Y espectacularidad.  Y protagonismos por parte de algunos, que son siempre los mismos, con sus capisayos, colores y colorines reservados todos ellos para distintos tipos de prensa e informaciones más sociales que “religiosos”

LA TRECE echa de menos palabras y gestos del papa Francisco, dándoles a muchos la triste impresión programada de no estar plenamente de acuerdo con este obispo de Roma, venido de allende los mares

“Hoy no hace falta inyectar dinero para LA TRECE “.  Así se nos acaba de informar y predicar literalmente, con solvencia, con la autoridad propia o delegada y la connotación de “a quien corresponda”, a su tiempo y teniendo en cuenta otras circunstancias y, por tanto y siempre “por el bien de la Iglesia”.

En los tiempos tan frágiles que en todo orden de cosas vivimos, la firme aseveración de que ya, y por fin, dentro y fuera de la Iglesia, se nos facilitan gratuitamente inyecciones y vacunas, no deja de ser una de las mejores noticias, con algunas sílabas del “Evangelio”. Este sí que es la auténtica y salvadora”noticia,” por encima de invenciones y de apariencias, aún contando con las “comisiones” legales o no tan legales.

Por fin LA TRECE no necesita inyecciones de dinero ni en euros ni en dólares. Confesión y reconocimiento tan autorizado presupone que hasta ahora, y gracias a la emisora de televisión propiedad de la Conferencia Episcopal Española (CCE), era posible adentrarse y ser recibido en los hogares y centros públicos y privados como mensajero de cuanto es, significa, define y encarna la Iglesia  en relación con el mandato y ejemplos de Jesús, siempre liberador , salvador y al servicio  de los más vulnerables.

Misa en Trece
Misa en Trece

Es de alabar que, sin la perentoria preocupación por tener a salvo LA TRECE por falta o escasez de dinero, a los responsables de la misma en todos sus niveles, deje de espolearles la necesidad  que distinguía, y distingue, a este y a otros medios de comunicación  “religiosa”,  de disponer de buenas dosis –“diócesis”-  de vacunas e inyecciones para su conservación y el feliz  ejercicio-ministerio  que los hizo posible y justificara.

Por citar un ejemplo concreto, a LA TRECE le falta con urgencia y apremio pontificios, notables porciones de inyectables-vacunas para curar la carencia de “misas-misas” que padece, y que en parte importante es señal y justificación para su audiencia. Las misas de LA TRECE tienen poco de misa. Con dificultad resistirían estas el más elemental examen que de las mismas, y de su liturgia,acaba de proporcionarnos el papa Francisco en su Carta Apostólica “ “Desiderio desideravi”.

En LA TRECE apenas si son misas sus misas, y menos las “solemnes”, que son la mayoría de las televisadas. En ellas no hay, o no se destaca como debiera, la catequesis de “partir el pan”, trabajar por expresar y desearnos unos a otros la paz, y por participar y ser activos en la con-celebración, además de experimentar, encauzar y tornar desbordante la alegría del encuentro – COMUNIÓN- entre todos.

'Combatir la indiferencia' en TRECE TV
'Combatir la indiferencia' en TRECE TV

A LA TRECE le sobran obispos. Y palabras y ritos. Y ceremonias. Y espectacularidad.  Y protagonismos por parte de algunos, que son siempre los mismos, con sus capisayos, colores y colorines reservados todos ellos para distintos tipos de prensa e informaciones más sociales que “religiosos”.

LA TRECE echa de menos palabras y gestos del papa Francisco, dándoles a muchos la triste impresión programada de no estar plenamente de acuerdo con este obispo de Roma, venido de allende los mares.

A LA TRECE le falta descubrir y practicar la existencia de un octavo sacramento que se intitule “La voz del pueblo”, según el riguroso vocabulario teológico, a la vez que poético, del obispo Mons. Pedro Casaldáliga.  Al “pueblo” de LA TRECE, espectador por esencia y definición eclesiástica hasta el presente, se le prohíbe pronunciar y pronunciarse como Dios manda, y tal y como lo exige y reclama la “Desiderio desideravi”.

'Tus obispos te acompañan': TRECE y COPE lanzan un mensaje de esperanza ante el drama del coronavirus
'Tus obispos te acompañan': TRECE y COPE lanzan un mensaje de esperanza ante el drama del coronavirus

¡Por amor de Dios, que no nos salmodien con tan “santo” orgullo y énfasis tan excelsos, polícromos y polifónicos, el dato de que, por fin, vacunas e inyecciones están ya de más financieramente en LA TRECE, sin antes haber tomado conciencia   de que la verdadera salud -salvación- está y reside más que en dinero, en la Teología, en la Liturgia y, en definitiva, en el santo Evangeliointerpretado y vivido por el papa Francisco ¡

Tal y como hoy “se celebran” las misas en LA TRECE, “los ojos del alma jamás se abrirán al cristiano”. Ni LA TRECE  perseverantemente “rouconiana” , ni la Cope –“idem de idem”-, son hoy por hoy, “herramientas” efectivas entre los medios de comunicación -comunión- eclesiásticos , para abrirles de `par en par las puertas a los convocados por el papa Francisco al Sínodo en su variedad de tiempos y lugares. La liturgia -la mayoría de ellas con sus misas solemnes episcopales y más-, apenas si dan la impresión de ser inspiradas previa lectura de su citada Carta Apostólica.

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