"Dedicó toda su vida a la enseñanza y a ayudar a los más necesitados" Bausset: "Hoy hace 10 años nos dejaba Vicent Faus, 'el padre de la barbita'"

Vicent Faus
Vicent Faus

"El 18 de abril de 2010, como cada domingo muy temprano, el P. Vicent Faus fue a repartir alimentos a personas necesitadas. Y fue un fatídico accidente de circulación en València, que acabó con su vida"

"El P. Faus fue un buen maestro, según el espíritu de San José de Calasanz. En Gandia, donde pasó 25 años en el colegio de los escolapios, el P. Faus dejó una huella imborrable"

"Unos días antes de su muerte, el Ayuntamiento de Gandia acordó iniciar los trámites para nombrarlo Hijo Adoptivo de la ciudad por 'haber engrandecido el nombre de Gandia'"

"En la Eucaristía en su memoria, el aplauso que estalló en la iglesia cuando acabó la Eucaristía fue una muestra del afecto y de la estima por el 'pare del valencià'"

"Hoy hace 10 años nos dejaba un hombre bueno. Un valenciano auténtico. Un escolapio que dedicó toda su vida a la enseñanza y a ayudar a los más necesitados"

El 18 de abril de 2010 (hoy hace diez años) como cada domingo muy temprano, el P. Vicent Faus fue a repartir alimentos a personas necesitadas. Y fue un fatídico accidente de circulación en València, que acabó con su vida.

El P. Faus, nacido en València en 1937, provenía de una familia originaria de Benicolet, pueblo que él consideraba como suyo. A los 13 años ingresó como postulante de los escolapios en Alella, hizo el noviciado en Moià y en 1953 hizo la profesión simple. Estudió filosofía y teología en Iratxe y Albelda y fue ordenado presbítero en Logroño en 1960.

El P. Faus fue un buen maestro, según el espíritu de San José de Calasanz. De eso fueron testigos sus exalumnos de Algemesí, la Malva-Rosa, Castelló, Gandia o València. También fue maestro de postulantes en el colegio San Joaquín de València. De 1965 a 1969 vivió en Managua, en la misión de los escolapios. Debido a su trabajo, el Cabildo de San Rafael Sur le concedió la medalla de oro.

En Gandia, donde pasó 25 años en el colegio de los escolapios, el P. Faus dejó una huella imborrable: además de restaurar el bachillerato, desaparecido unos años antes, fue el primero en implantar el valenciano en horario oficial, además de introducir en la iglesia de la Escuela Pía, la liturgia en la lengua propia (como dice el Estatuto de Autonomía) de los valencianos. También restauró la ermita de Santa Ana, con el culto en valenciano, y empezó el trabajo de recopilación bibliográfica de temas propios de la comarca valenciana de la Safor en esta ermita. Además, recuperó en la Nochebuena, tradiciones perdidas, como el Cant de la Sibil·la, según una partitura del siglo XVI.

El p. Faus promovió, con el apoyo del Ayuntamiento de Gandia y de los superiores de la Escuela Pía, la Fundación Leandro Calvo, con el objetivo de restaurar el viejo edificio del colegio.

Profesor de valenciano por Lo Rat Penat desde 1971 y miembro de la Associació Cultural de la Safor, organizó los cursos Carles Salvador de enseñanza de la lengua del País Valenciano, y con el profesor Josep Iborra y el lexicógrafo Francesc Ferrer Pastor hizo lo mismo para los maestros. También impartió clases de valenciano para el personal administrativo del Ayuntamiento y en el hospital de Gandia, para los médicos y enfermeros.

En 1995 pasó a residir en València como director del colegio San Joaquín y desde el 1999 era el ecónomo y encargado de Patrimonio de la Provincia escolapia de València.

Unos días antes de su muerte, el Ayuntamiento de Gandia acordó iniciar los trámites para nombrarlo Hijo Adoptivo de la ciudad.

Gandía lo nombró Hijo adoptivo

En el Pleno extraordinario que lo nombró Hijo Adoptivo de Gandia, el regidor del Ayuntamiento Josep Miquel Moya recordó como la ciudad había acogido al P. Faus, “y él le devolvió mucho más de lo que le había dado, engrandeciendo el nombre de Gandia, y haciéndonos sentir a todos los gandienses más orgullosos de serlo, en poder compartir un espacio y un tiempo con seres humanos como él”. Y es que el P. Vicent Faus, que para la gente sencilla era “el padre de la barbita, el padre de Santa Ana y el padre del valenciano”, era un sacerdote que trabajó por reconciliar la Iglesia con la lengua y la cultura del País Valenciano, cosa que no hacen ni los obispos ni los sacerdotes valencianos, que continúan despreciando la lengua de nuestros antepasados y que por eso mismo, por su afán castellanizador, están excluyendo el valenciano de las celebraciones litúrgicas.

Los 25 años que pasó el P. Faus en Gandia hicieron posible que muchos gandienses descubrieran “la estima por nuestra lengua, por nuestra historia, por nuestra cultura, por nuestra tierra”, como dijo el regidor del Ayuntamiento de Gandia, Josep Miquel Moya.

Fue una casualidad que cuando murió el P. Faus yo me encontraba en mi casa, pasando unos días con mis padres y por eso pude participar en la misa en recuerdo del P. Faus. Fuimos muchos los que el 20 de abril de 2010 nos reunimos en la iglesia de la Escuela Pía de València, en la Eucaristía de despedida del P. Faus. Encima del féretro se colocó la casulla y el evangeliario, y también el “Llibre del Poble de Déu”, que en un gesto espontaneo pero muy consciente, depositó mossèn Llorenç Gimeno. La presencia de Eliseu Climent, del profesor Antoni Ferrando y de los alcaldes de Gandia y de Guardamar de la Safor, así como de los presbíteros valencianos August Monzon, Vicent Sarrió, Tiburci Peiró, Julio Ciges y muchos otros sacerdotes, mostró el agradecimiento de todos los que reconocíamos la importancia fundamental que tuvo el P. Faus en la inculturación de la nuestra Iglesia.

Al día siguiente, en la Eucaristía en su memoria, sus cenizas estaban delante del altar mayor de la iglesia de la Escuela Pía de Gandia, con la presencia de tota la Corporación Municipal de la ciudad, presidida por el que fue su Alcalde, Jose Manuel Orengo, antiguo alumno del P. Faus, juntamente con diversos diputados de las Cortes Valencianas como Josepa Frau y Enric Morera y otros alcaldes de la comarca que fueron alumnos suyos (Josep Martínez Moncho de Guardamar de la Safor o Gaspar Pérez de La Font d’en Carròs) y mucha más gente.

En comenzar la Eucaristía, el Alcalde de Gandia hizo entrega del Título y de la medalla de Hijo Adoptivo de Gandia al P. Provincial, Francisco Montesinos. El hermano del P. Faus, mossèn Josep Faus, sacerdote en Sabadell, proclamó el evangelio, y predicó el Rector de Gandia, el P. Francesc Mulet, alumno de Faus en València, que recordó que “el P. Faus era una gran persona, que vivía el concreto, iluminado por una ácida sabiduría y por una amplia red de relaciones humanas que lo habían enriquecido y humanizado. Acogía, escuchaba, hacía ver el mundo como era, y enfocaba con sentido común todos los problemas planteados. Tenía mil y una amistades. Él era un gran amigo de sus amigos. Habrá dejado un gran vacío. Era una mezcla desconcertante entre los “dos pasos hacia adelante” del común, “progre” que diríamos, y un hombre cristiano de las más firmes tradiciones”.

Al final de la celebración, toda la asamblea escuchó con emoción y acción de gracias el himno, la Muixeranga, que interpretó el Grupo de dulzaineros de Beniarjó. El aplauso que estalló en la iglesia cuando acabó la Eucaristía, fue una muestra del afecto y de la estima por el “pare del valencià”, como era conocido en Gandia, un hombre que dedicó toda su vida a la educación de los niños y de los jóvenes, y a proclamar el Evangelio, trabajando por la inculturación de nuestra Iglesia en la cultura de los valencianos.

Hoy hace 10 años nos dejaba un hombre bueno. Un valenciano auténtico. Un escolapio que dedicó toda su vida a la enseñanza y a ayudar a los más necesitados.

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