"En nombre de la humanidad: Detened las guerras" La guerra duele, hiere, angustia y mata

Las víctimas del ataque israelí
Las víctimas del ataque israelí ANSA/Vatican Media

"La guerra es el fracaso de la humanidad y la prueba más evidente de la letalidad del arma de los cobardes que enviando a otros a la muerte, se frotan las manos con los beneficios que les reporta"

"Es insoportable el día a día de los heridos, de los mutilados, de las viudas, de los huérfanos, de los ancianos, de los niños, que alcanzados por las armas asesinas han perdido la esperanza y les han condenado al dolor"

Hoy pude hablar con amigos que están sufriendo la guerra en primera línea o que la guerra les ha herido en sus cuerpos, en sus familias, y en su corazón. Escucharles me derrumba. Es un dolor insoportable. Estoy triste, Me siento impotente. Y sólo queda levantar los ojos al cielo y pedir auxilio: Que Dios transforme nuestros corazones: El de todos. El de los que hacen las guerras y negocian con la vida de las personas, y también el nuestro, para que nunca caigamos en la indiferencia.

La guerra duele

La guerra hiere

La guerra angustia

La guerra mata

La guerra es el fracaso de la humanidad y la prueba más evidente de la letalidad del arma de los cobardes que enviando a otros a la muerte, se frotan las manos con los beneficios que les reporta.

Cobardes sin sentimientos, indignos de la humanidad, maldición salida del infierno del odio y las frustraciones no resueltas.

Si por un segundo el dolor que causan les pisara los talones, se revolcarían a gritos y su ira les acabaría consumiendo en su propia maldad. Morirían con su propio veneno.

Pero no: ellos están muy protegidos y se resguardan en madrigueras que son auténticas fortalezas.

No podemos más con tanto dolor.

Es insoportable el día a día de los heridos, de los mutilados, de las viudas, de los huérfanos, de los ancianos, de los niños, que alcanzados por las armas asesinas han perdido la esperanza y les han condenado al dolor.

En nombre de la humanidad: Detened las guerras. Firmemos de una vez por todas la paz y comencemos a escribir una nueva página de la historia en la que todos puedan vivir y convivir sin sentirse amenazados de muerte ni heridos por el odio, ni atenazados por el miedo.

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