Escrutan sus gestos para ver si Prevost será, finalmente, 'su' Papa Los que leen las audiencias de León XIV en el fondo de la taza

León XIV
León XIV @Vatican Media

Fiel a su carisma agustiniano, a su lema pontificio y probablemente a su propia personalidad, la búsqueda de la unidad del rebaño sigue pareciendo la tónica del Papa agustino, de ahí que, aunque no trascienda el contenido de las audiencias, el simple hecho de recibir a unos y a otros, suele interpretarse como un espaldarazo a las posturas de cada uno

Lo que suele llevar al absurdo informativo, costumbre arraigada en no pocos medios que utilizan el botafumeiro o la antorcha según la conclusión que vean en el fondo de la taza

A primera hora de la mañana suele llegar el anuncio de las audiencias del día de León XIV, aunque algunas, probablemente para no amargar el café a quienes leen los posos en el fondo de la taza para ver si Robert F. Prevost será finalmente ‘su’ Papa, no se comunican públicamente, lo que no quiere decir que sus nombres no vayan de boca en boca por los despachos curiales. Ya sucedía con Francisco.

Fiel a su carisma agustiniano, a su lema pontificio y probablemente a su propia personalidad, la búsqueda de la unidad del rebaño sigue pareciendo la tónica del Papa agustino, de ahí que, aunque no trascienda el contenido de las audiencias, el simple hecho de recibir a unos y a otros, suele interpretarse como un espaldarazo a las posturas de cada uno. Lo que suele llevar al absurdo informativo, costumbre arraigada en no pocos medios que utilizan el botafumeiro o la antorcha según la conclusión que vean en el fondo de la taza.

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Les ha pasado a los lefebvrianos, que han interpretado su procesión por la Via della Conciliazione como el regreso a casa de las triunfantes huestes imperiales tras años de batalla por el mundo contra las muchas tribus impías que ven campar a sus anchas por la Iglesia católica. Sin embargo, acabaron el jubileo con mosqueo.

No se mosqueó, sin embargo, el colectivo LGTBIQ+ que el pasado fin de semana, en un hito histórico, cruzó en procesión la Puerta Santa de la basílica de San Pedro. Cruzar, todavía acobardados, las puertas de la que saben su casa era premio más que suficiente y no hubo el más mínimo pataleo porque no les recibiera León XIV, aunque su presencia contaba plenamente con su bendición, como les dijo el obispo que les acompañó. Cuestión de perspectiva.

León XIV con el presidente de Israel Isaac Herzog
León XIV con el presidente de Israel Isaac Herzog @Vatican Media

Por eso, por más que se escruten las audiencias con dos destacados obispos alemanes (en las fotos esboza una sonrisa amable con ambos, nada que ver con el careto de Prevost con el presidente israelí el jueves pasado), es difícil sacar alguna conclusión sobre los pasos que dará León XIV con respecto al futuro inmediato de la Iglesia en Alemania, divida a costa del Camino Sinodal comenzado hace unos años, tras la publicación del demoledor informe sobre los abusos sexuales en el seno de la misma.

Este martes recibió al obispo de Passau, Stefan Oster, uno de los prelados críticos con lo que considera una deriva la Iglesia germana a raíz de su particular proceso sinodal. “Fue una conversación fraternal y, para mí, alentadora. Estoy muy agradecido con este Papa, que sabe escuchar, plantea preguntas y profundiza”, declaró el lunes en un mensaje de voz difundido por su diócesis de Passau tras la audiencia papal, según ha recogido KatholischOster se encontraba en Roma con una peregrinación diocesana, y ya, de paso...

Stefan Oster, recibido por León XIV
Stefan Oster, recibido por León XIV @Vatican Media

Tres días antes, el Papa había recibido al obispo de Limburg, Georg Bätzing, que no sólo es el actual presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, sino el copresidente del Camino Sinodal, cargo que comparte con una mujer, laica para más señas. “Me alegra mucho que el papa León XIV acompañe con confianza a la Iglesia en Alemania”, comunicó Bätzing tras el encuentro papal.

Ambos ya se conocían de su participación en las sesiones del Sínodo de la Sinodalidad y, y siendo Prevost el entonces cardenal prefecto del Dicasterio para los Obispos, se reunieron para hablar del desarrollo e implicaciones derivadas de algunas medidas adoptadas por el Camino Sinodal (donde, por cierto, desde la parte laical, comienza a haber una cierta impaciencia con el Vaticano).

Georg Bätzing, en audiencia con León XIV
Georg Bätzing, en audiencia con León XIV @Vatican Media

Así, pues, parece que todos salen contentos. Y es bueno que así sea, signo de que se han sentido escuchados y atendidos. Otra cosa es que, más adelante, puedan confirmar si la lectura de los posos y los gestos fue la correcta. Entonces, se habrá acabado el período de gracia que incluso hoy le han otorgado los que le siguen escrutando desde el monte. Y tocará gobernar.

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