El purpurado alemán aboga por el respeto frente al un "neonacionalismo xenófobo" Kasper: "Hace falta una globalización espiritual, un humanismo que sirva como pegamento universal para la paz"

'Humanismo espiritual y globalización', a debate en Sant'Egidio
'Humanismo espiritual y globalización', a debate en Sant'Egidio

Gabriel, patriarca griego: "Hoy la globalización ha llevado el mensaje cristiano a todas las esquinas del mundo. Por eso es fundamental que todo el mundo trabaje para alentar un diálogo constructivo entre todas las religiones"

Armad Puig aboga por un "humanismo compartido" que evite la respuesta de muros y verjas a la llegada 'del otro'

Jean-François Colosimo: "El siglo de las luces rechazó las religiones clásicas, pero creó las religiones políticas. Robespierre creó una religión, lo mismo pasó con el bolchevismo (el cuerpo de Lenin embalsamado hasta la eternidad), por no hablar del nazismo"

Abu Al Qasim: "Estamos a punto de empezar la III Guerra Mundial”

Serafim, patriarca metropolitano de Rumanía: “Todos somos herederos de Adán y Eva, pero también de Caín, y por eso debemos huir juntos del egoísmo”,

"Hace falta una globalización espiritual, un humanismo que sirva como pegamento universal para la paz". El cardenal alemán Walter Kasper, durante décadas máximo responsable del diálogo interreligioso de la Santa Sede, fue uno de los protagonistas de la última jornada del Encuentro “Paz sin fronteras” organizado al alimón por la Comunidad de San'tEgidio y el Arzobispado de Madrid.

Durante su intervención, en la mesa "Humanismo espiritual y globalización", el purpurado trazó la idea de “un humanismo espiritual” que haga frente a las fake news y a las teorías del caos que postulan los enemigos de la globalización. Eso sí: “hace falta una globalización espiritual”, como la que plasmó Francisco en su Laudato Si. “Es urgente un humanismo espiritual para la supervivencia del género humano”, frente a la “espiritualidad desencarnada” que lleva a convertir las religiones en ideologías.

La 'regla de oro' de la Humanidad

Kasper elogió la reciente declaración de Abu Dhabi, donde se “actualiza la 'regla de oro' de todas las culturas: que lo que deseas para ti lo hagas a los demás. Es la creencia común de la creación del mundo, la fraternidad entre todos los hombres y la existencia de un Dios creador del mundo, base de la fraternidad entre todos”. Una regla que está “en todas las culturas, y también en el Evangelio de Jesucristo”.

Un momento de la mesa redonda
Un momento de la mesa redonda

Para Kasper, “casi el 80% de la Humanidad comparte esta convicción religiosa”, frente a la creciente “indiferencia y cinismo de una sociedad que nos lleva al descarte, que acaba en el individualismo, la disolución de las sociedades, la soledad y la pérdida de las personas”.

Así, advirtió, “se acaba con un neonacionalismo xenófobo, muy peligroso para la paz”. Por ello, para la supervivencia pacífica de las sociedades y de la casa común, “hoy más que nunca es importante el respeto profundo y la piedad”, que son “bases del humanismo espiritual y de la solidaridad entre los seres humanos, que tanto necesitamos”.

Nunca hemos salido de lo religioso

Abrió el fuego Jean-François Colosimo, director de 'Editions du Cerf, quien criticó cómo “el Estado se ha convertido en omnipotente”, lamentando cómo “este mundo se está hundiendo en beneficio de una soberanía de la modernización del individuo, que es monarquizado y deificado”.

En su opinión “lo religioso es lo que une, y va a permitir que esta sociedad se movilice, vaya a la guerra o haga la pza por motivos sagrados. Contrariamente a la idea más extendida, nunca hemos salido de lo religioso”.

El experto se explicó:

“El siglo de las luces rechazó las religiones clásicas, para crear las religiones políticas. Robespierre creó una religión, lo mismo pasó con el bolchevismo (el cuerpo de Lenin embalsamado hasta la eternidad), por no hablar del nazismo”.

Así, explicó “vivimos fundamentalismos también dentro de las sociedades secularizadas, con una deriva dietista, que también es visible entre los creyentes 'históricos', que son selectivos, cogen unas cosas de un lado y otras de otro”.

Ese “desdibujamiento de los credos” favorece “las creencias irracionales”, lo que, concluyó, “es un verdadero desafío para espiritualizar el mundo. Estamos frente a una disolución del vínculo entre la inteligencia y la fe, que representa la verdadera amenaza hoy”.

Los responsables ortodoxos de la mesa
Los responsables ortodoxos de la mesa

Globalización y hecho religioso

Por su parte, Abu Al Qasim, de la organización mundial Pan-Islámica de Jurisprudencia de Kuwait, subrayó cómo “estamos a punto de empezar la III Guerra Mundial”, advirtió el líder musulmán, quien pidió “recurrir a la parte espiritual de cada ser humano”, donde se encuentra “una dignidad objetiva”.

Para Gabriel, metropolitano de la Iglesia ortodoxa griega, “el fenómeno de la globalización es multidimensional, hay múltiples enfoques e interpretaciones”, abogando por una “globalización que respete la religión y las identidades culturales”.

“No veamos la globalización con miedo o rechazo, pero tampoco infravaloremos sus efectos negativos”, destacó. “El Cristianismo nació y prosperó en un entorno helenista globalizado. Hoy la globalización ha llevado el mensaje cristiano a todas las esquinas del mundo. Por eso es fundamental que todo el mundo trabaje para alentar un diálogo constructivo entre todas las religiones”.

Mesa redonda con representantes de varias confesiones religiosas
Mesa redonda con representantes de varias confesiones religiosas

El otro y la Creación

Por su parte, Armand Puig también abogó por el “humanismo espiritual” que necesita el mundo, basado en no diferenciar entre “dos tipos de 'otro': el que está cerca, del país; y el que está lejos, el refugiado, el extranjero”. Por ello, llamó a superar el yo, para evitar que “se construyan muros o verjas, o sistemas de disuasión que impidan que el 'otro' global penetre en el territorio del 'otro' local”. “La solución disuasoria no resuelve las situaciones, sino que las convierte en generadoras de conflictos”.

Finalmente, Serafim, el patriarca metropolitano ortodoxo de Rumanía, culminó la mesa redonda afirmando que “si tenemos a Dios dentro de la Creación, también tenemos a todos los que la habitan: humanos, plantas y minerales”. “Esto no es panteísmo, no confundimos a Dios con la Creación, pero no está separado de ella”, subrayó.

“Todos somos herederos de Adán y Eva, pero también de Caín, y por eso debemos huir juntos del egoísmo”, concluyó.

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