La intuición une, la lógica divide
Mirar es renacer
La paz empieza dentro
El horror al que estamos asistiendo en directo en Ucrania nos convoca a una conversión durante esta cuaresma. Al mismo tiempo vivimos a nuestro lado con un magnífico ejemplo: los ciudadanos de ese país y de otros que como voluntarios se comprometen por la lucha de la paz, a través de su ayuda incluso con riesgo de sus vidas. Todo ello no nos exime de centrar nuestra mirada solamente en la espantosa e incalificable invasión de la Federación Rusa. Aquí al lado, en nuestras fronteras del Sur de España vivimos otra guerra europea contra los pobres: las escaladas de los inmigrantes, motivadas por el hambre.
Ante la sensación que vivimos todos de impotencia, no podemos olvidar que la paz empieza con la justicia, el cambio interior, el desarme de nuestras conciencias. Decía San Agustín que la "la paz es un bien tal, que no se puede desear otro mejor, ni poseer otro más útil". Como puntos de meditación ofrecemos aquí el siguiente
DECÁLOGO DE ASÍS POR LA PAZ
Motivos claros para pedir "la paz nuestra de cada día".
Para empezar a vivir esa paz desde dentro, fuente de la paz exterior, Antonio Colinas escribe en "Letanías del ciego que ve":
Que respirar en paz la música no oída
sea mi último deseo, pues sabed
que, para quien respira
en paz, ya todo el mundo
está dentro de él y en él respira.
Que si insiste la muerte,
que si avanza la edad, y todo y todos
a mi alrededor parecen ir marchándose deprisa,
me venza el mundo al fin en esa luz
que restalla.
Y su fuego me vaya deshaciendo como llama
de vela: con dulzura, despacio, muy despacio,
como giran arriba extasiados los planetas.
También te puede interesar
La intuición une, la lógica divide
Mirar es renacer
Pequeñas meditaciones
Diez píldoras de Adviento
Verdaderas causas de un atropello
¿Por qué fue expulsada y extinguida la Compañía de Jesús?
En el día de difuntos
Morir a gusto
Lo último