Serás libre si estás libre de arcilla Yo era un tesoro oculto

Yo era un tesoro oculto
Yo era un tesoro oculto

Uno por uno es uno, ni más ni menos. El error comienza en la dualidad, la unidad no conoce el error.

La dualidad, la tensión entre el pasado y el futuro junto al engaño de la apariencia que creemos tan real, nos impide ver claro.

Hoy en mi meditación leo a Hakim Sanai, místico sufí de la primera mitad del siglo XII, que escribe en "El jardín amurallado de la Verdad":
Pero, ¿cómo podrás conocerlo
mientras seas incapaz de conocerte?
Uno por uno es uno, ni más ni menos,
el error comienza en la dualidad,
la unidad no conoce el error.
El lugar mismo no tiene lugar.
¿Cómo podría haber lugar para el creador del lugar,
o el cielo para el hacedor del cielo?
Él dijo: “Yo era un tesoro oculto
la creación fue creada a fin de que pudierais conocerme.
Dime: ¿por qué si lo que buscas no existe en lugar alguno,
te propones viajar allá a pie?
La ruta que debes recorrer tú mismo
estriba en pulir el espejo de tu corazón”.
… …. …
Mejor busca tu imagen en tu corazón que en tu arcilla mortal;
libérate de las cadenas que has forjado a tu alrededor,
pues serás libre cuanto estés libre de la arcilla.
O en otras palabras “el buscador es lo buscado” y dicho por Jesús de Nazaret: “El reino de los cielos dentro de vosotros está”.
La dualidad, la tensión entre el pasado y el futuro junto al engaño de la apariencia que creemos tan real, nos impide verlo
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