Para prepararnos a vivir una experiencia verdaderamente pascual, es preciso recuperar lo que tanto hincapié hizo el Concilio Vaticano II: la escucha y la proclamación confiada y ejemplar del Evangelio. Apoyados en la Palabra como medio para la acción comprometida, algo debemos mejorar para que nos reconozcan más allá de nuestras prácticas litúrgicas, pobres a más no poder; cualquiera diría que celebramos algo…

Llenarnos en la lectura, a la escucha, para cambiar nuestros comportamientos incrementando la influencia de la compasión en lo que hago. Eso no es un buenismo fácil, es un cambio de actitud que hay que trabajar con esfuerzo, confianza y humildad para que nuestra sonrisa del corazón al acoger a los demás resalte más que la actitud esquiva de algunos jerarcas con la pederastia.

En la entrada de la casa matriz de las misioneras de la Caridad, luce un cartel con la leyenda que a continuación puedes leer. Un texto de actitudes que podía ser perfectamente la hoja de ruta de nuestra actitud para vivir esta Cuaresma que comienza =

• Las personas son irracionales, inconsecuentes y egoístas, ámalas de todos modos.
• Si haces el bien, te acusarán de tener motivos egoístas o buscar que hablen bien de ti, haz el bien de todos modos.
• El bien que hagas hoy será olvidado mañana, haz el bien de todos modos.
• La sinceridad y la franqueza te hacen vulnerable, sé sincero y franco de todos modos.
• Lo que has tardado años en construir puede ser destruido en una noche, construye de todos modos.
• Alguien que te solicita ayuda puede atacarte si le ayudas, haz el bien de todos modos.
• Da al mundo lo mejor que tienes y te golpearán, a pesar de ello da al mundo lo mejor que tienes de todos modos.
• Da una mano al otro y te cogerá también la otra, da la mano de todos modos.

La madre Teresa de Calcuta también nos describe el camino de la conversión liberadora de manera admirable:

                              El fruto del silencio es la oración

                              El fruto de la oración es la fe

                              El fruto de la fe es el amor

                              El fruto del amor es el servicio

                              El fruto del servicio es la paz.