Decálogo para cristianos perplejos El evangelio de las actitudes

El evangelio de las actitudes

Decálogo para cristianos perplejos

Gabriel Mª Otalora

Editorial San Pablo – 2023. 150 págs.

Si Juan Pablo I señalaba, en el año lejano-cercano de 1981, que los cristianos de hoy se sienten en gran medida perdidos, confusos, perplejos, y hasta decepcionados, qué no decir varias décadas después. El panorama incierto y un tanto oscuro en el que nos encontramos cuestiona a todos por igual. Lo que aquí reflexiono como católico en forma de decálogo, puede ser válido para otras sensibilidades cristianas desde lo esencial que nos une, que es la actitud en el seguimiento diario del Evangelio allí donde nos ha tocado vivir a cada persona.

Seguimiento que nos compromete a ser agentes creíbles de la evangelización, tal como lo entiende la sinodalidad puesta en marcha de Francisco, y que nos interpela de qué manera. Lo que importa de verdad es la manera de encarar la vida y sus vaivenes, el cómo, porque ahí se encuentra el meollo de la existencia. Hacemos mucho, pero Jesús nos cuestiona, con amor, la actitud con la que actuamos.

A partir de aquí, el foco de este libro se dirige a reflexionar sobre algunas actitudes esenciales, básicas, capaces de condicionar la vivencia y el seguimiento de Jesús en medio de las turbulencias diarias: Escucha, Oración, Humildad, Confianza; y el corolario de todas ellas, el Ejemplo.

Luces largas para el camino ante el cortoplacismo que impide los cambios necesarios para actuar con amor verdadero: actitudes que reflexiono y complemento con algunos condicionantes a tener muy presentes, como centrarse en el éxito recolector en lugar de sembrar con esperanza; actuar desde el miedo o el legalismo del adoctrinamiento; desvalorizar lo cotidiano y el discernimiento verdadero, o dejarse arrastrar por la tentación de la uniformidad. Incluyo una reflexión en torno a la exhortación Amoris laetia, por la importancia de la actitud ante los conflictos familiares, donde la ley está al servicio de la misericordia, y no al revés.

Sabemos lo que hay que hacer, la carretera por la que transitar, pero nuestra conducción no se guía por las actitudes evangélicas que señalan el camino día a día. Por eso es tan necesario el proceso sinodal abierto por Francisco, a la que dedico el apéndice final; su importancia estriba en la manera de caminar en la fe, juntos, en humildad y a la escucha, como la manera de transformarnos en verdadera comunidad cristiana. Es la herramienta que nos guía en este necesario cambio de actitudes, no exente de dificultades concretas y preguntas para avanzar en la autenticidad de nuestra fe.

Ojalá que la lectura de estas páginas contribuya a reforzar la esperanza en el camino que no queda por delante, juntos a la escucha, en medio de dificultades de fondo que desconciertan y cuestionan no pocas seguridades. Ya lo dijo el poeta Mario Benedetti: cuando creíamos tener todas las respuestas, nos cambiaron todas las preguntas. Esto no deja de ser una llamada a la conversión frente a la natural tendencia hacia la zona de confort espiritual, incompatible con el mensaje evangélico, siempre novedoso e imposible de aprehender en un odre, por muy ortodoxo que este sea.

Una conversión que, en clave sinodal, va más allá del tiempo acotado de Adviento o Cuaresma, si queremos descubrir en nuestras actitudes cotidianas el terreno donde la fe cobra vida como llamada al estilo de Jesús, no por obligación, sino desde la alegría de sentirnos amados y transformados por su amor.

Como dice Estrella Moreno en la presentación del libro, “La conversión cristiana afecta radicalmente a la transformación de las actitudes, de forma personal y comunitaria. Considero, como nuestro autor, que el Papa Francisco nos anima en ese cambio y él mismo está encarnando algunas de ellas como la alegría, la acogida, la escucha, el diálogo…”.

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