EL ALIMENTO QUE NECESITAMOS
Oración inspirada en las lecturas del domingo 22.06.2025. CORPUS. CICLO C
| Carmelo Ampelio
EL ALIMENTO QUE NECESITAMOS
Danos el coraje de la austeridad, Señor.
Haznos ver que es fuente de riqueza humana
Libéranos de los apegos irracionales para caminar por la vida ligeros de equipaje.
Danos el don de la autenticidad, Señor.
Que descubramos que es el camino de irradiar tu presencia.
Libéranos del deseo de aparentar, del disfraz en esta hoguera de las vanidades que nos agobia.
Danos la fuerza de la confianza serena, Señor.
Que nos alimente tu paz, tu presencia, tu bondad.
Libéranos de las prisas, del activismo que nos agota, de la exigencia de productividad incesante.
Danos la energía caridad, Señor.
Que hagamos nuestra la esencia del Reino: el amor, la comunión, la fraternidad.
Libéranos del individualismo, de la autoafirmación, del pesimismo moral.
Danos la certezas cordiales, Señor.
Que seamos sembradores de misericordia, de reconciliación, de paz.
Libéranos del resentimiento que nos devora, de la soberbia que nos hace violentos, de la mentira que nos falsea.
Danos entereza en estos tiempos de incertidumbre, Señor.
Haznos fuertes en nuestras raíces implantadas en ti, fuente de vida y de esperanza.
Libéranos de la autosuficiencia, de la soberbia espiritual, del juicio brutal a todo aquello que no es “de lo nuestro”.
Señor, aliméntanos para que seamos, humildemente, pero con rotundidad
artesanos de humanidad, que tanta falta nos hace en este mundo roto;
brisa de serenidad ante tanta convulsión y polaridad en este mundo irascible;
cultivadores de integración en medio tanta agresividad que nos desgarra;
custodios de la vida, de toda vida, tan menospreciada en tantas y tantas circunstancias;
expertos en encuentros y abrazos en las ciudades. a veces tan inhóspitas, que vivimos;
hospitalarios en este mundo de crueles fronteras mentales y físicas;
humildes orantes ante tu misterio de verdad y bien;
mansas certezas de lo mejor de la humanidad;
presencia de misericordia entre tanta tensión;
sencillos profetas de santidad para los buscadores de la verdad intensa de la realidad;
sosiego en este mundo lleno de ruidos que nos llenan de miedo;
testigos de tu poder de salvación en medio de tantos fracasos;
un síntoma de autenticidad humana en un mundo decepcionado y cínico.
Señor, no somos dignos de que entres en nuestra casa,
pero una palabra tuya bastará
para sanarnos,
para alimentarnos,
para salvarnos.
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Oraciones inspiradas en las lecturas del domingo.