Entrevista a Stalin: "Mi nuevo libro, un atrevimiento científico" ¿Cómo razona un déspota?

Javier Fernández Aguado
Javier Fernández Aguado

"He dedicado copiosas horas a reflexionar sobre las argumentaciones que convirtieron a este seminarista georgiano en el segundo mayor asesino de la historia"

"El próximo 21 de mayo de 2024 será presentado en Madrid mi nuevo libro. Lleva por título: “Entrevista a Stalin. La lógica de un dictador” (Kolima, 2024). Estará disponible en librerías antes de finales de abril. El prólogo lo ha realizado Josep Capell, CEO de Ceinsa"

"'Entrevista a Stalin' es una conversación para quienes están abiertos al conocimiento. Quienes prefieren habitar consigo mismos en sus covachas y mazmorras intelectuales, ayunos de pensamiento, no entenderán este atrevimiento científico"

El próximo 21 de mayo de 2024 será presentado en Madrid mi nuevo libro. Lleva por título: “Entrevista a Stalin. La lógica de un dictador” (Kolima, 2024). Ha sido cuidadosamente editado por la editorial Kolima. Estará disponible en librerías antes de finales de abril. El prólogo lo ha realizado Josep Capell, CEO de Ceinsa. 

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He dedicado copiosas horas a reflexionar sobre las argumentaciones que convirtieron a este seminarista georgiano en el segundo mayor asesino de la historia. Por delante se encuentra Mao. El tercer puesto del ranking lo ocupa Hitler. Como en casos más cercanos a nosotros -me refiero a específicos grupos terroristas-, quienes han sido, como Stalin, alevines de intermediarios entre Dios y los hombres pasan a erigirse, al dilapidar la fe, en jueces supremos de quiénes han de vivir y quiénes han de morir. Es el resultado de la inicua transición de ángeles a demonios.

Stalin, de cura a bolchevique

En mi estudio, me he esforzado por respetar los razonamientos de Stalin. Se trata de una entrevista, no de un interrogatorio a un asesino medio confeso y nunca arrepentido. Además de profundizar en sus obras y en numerosas biografías y hagiografías, he conversado con comunistas y ex comunistas. Solo quienes han pertenecido a uno de esos colectivos en los que las respuestas son necesariamente las mismas y cuestionarse el sistema es traicionar, pueden captar en profundidad las ideologías especulativamente endogámicas. 

De ahí el aborrecimiento de los marxistas a Arthur Koestler: “El cero y el infinito” o “Memorias”; Alexander Berkman: “El mito bolchevique”; George Orwell: “Rebelión en la granja”; o Sergei Kourdakov: “El esbirro”. El principal refractario es quien tras haberse dejado seducir conoce las perversidades del engranaje que supuestamente resuelve todos los problemas y en realidad destruye la naturaleza humana al cancelar radical e imperiosamente la libertad. 

He contado con el soporte imprescindible del conocido como “Discurso secreto”. La amplia declaración impartida por Kruschev el 24 de febrero de 1956 ante los delegados del 20º congreso del Partido Comunista debería ser de obligatoria lectura. El sucesor de Stalin, tan criminal como él, tras desembarazarse de los competidores, seleccionó un chivo expiatorio en el que concentrar las culpas por las docenas de millones de víctimas por fusilamiento, ahorcamiento, hambrunas, desgobierno, venganzas personales, etc. al aplicarse la ideología marxista. Nadie mejor que su antecesor: Stalin.

Foto: Joseph Stalin junto a Nikita Kruschev en 1936. (Cordon Press)

He aquí una de las innumerables perlas que pueden leerse en ese documento, que he incluido como anexo de mi charla con Stalin:

“Todos pueden errar, pero Stalin consideraba que él nunca erraba, que él siempre tenía la razón. Nunca reconoció ante nadie que él se hubiese equivocado jamás ni en la menor cosa, a pesar del hecho de que no fueron pocos sus errores en cuanto a las actividades teóricas y prácticas. Después del Congreso del Partido es posible que tengamos que revalorar muchas de las operaciones militares de la guerra para, presentarlas en su perspectiva debida. Las tácticas que insistió en imponer Stalin sin conocer la esencia de la conducta de las operaciones militares nos costaron mucha sangre. Los militares saben que aún a fines de 1941 Stalin seguía insistiendo en grandes ataques frontales y en la captura de aldea tras aldea en vez de aprobar operaciones envolventes que permitiesen penetrar en el campo enemigo por la retaguardia. Por esta razón sufrimos muchas bajas hasta que nuestros generales, sobre cuyas espaldas descansaba el peso de la conducción de la guerra, lograron cambiar la situación y pasar a un tipo de operaciones más flexibles, que inmediatamente produjo en los frentes serios cambios muy favorables a nosotros”.

Proseguía el ucraniano Kruschev:

“Más vergonzoso aún es el hecho de que después de nuestra gran victoria sobre el enemigo, que tanto nos costó, Stalin comenzase a degradar a muchos de los comandantes que más contribuyeron a lograr esa victoria y sólo porque Stalin no deseaba que se honrara a nadie, salvo a él, por los éxitos logrados en el frente”.

“Entrevista a Stalin” es una conversación para quienes están abiertos al conocimiento. Quienes prefieren habitar consigo mismos en sus covachas y mazmorras intelectuales, ayunos de pensamiento, no entenderán este atrevimiento científico.

Entrevista a Stalin
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