Don Ramón J. Velásquez

Don Ramón J., fue un tachirense universal. A sus afanes se debe esa mina de historia regional que es la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, al igual que muchas otras publicaciones más allá de las de su propia cosecha. Su serenidad de ánimo y ecuanimidad al juzgar los acontecimientos más controvertidos lo convertían en un auténtico maestro de la verdad, el bien y el diálogo. Su aporte a la vida pública como periodista, abogado, intelectual, investigador y político, es invalorable. Si tuvo enemigos se debió más a la mezquindad humana que a sus posibles deficiencias.
De profundas convicciones democráticas, fue también un hombre de fe y de convicciones religiosas profundas. Junto a Doña Ligia levantó un hogar donde se cultivaron las mejores virtudes ciudadanas y cristianas. Ni la envidia ni la arrogancia estuvieron presentes en su vida. Su sonrisa y bonhomía traslucía su paz interior, fruto de una ecuanimidad que no se encuentra fácilmente.
Doy gracias a Dios por haber gozado de su cariño y cercanía. Su vida, ejemplar en muchos campos, es testimonio del venezolano abierto, fraterno, apasionado por la justicia y por la verdad. Fue uno de los hombres sin tacha que transitaron por la Venezuela del siglo XX, modelo de hombre público probo y honesto. Es la mejor herencia que deja a los suyos y al país. Descanse en paz.
Monseñor Baltazar Porras Cardozo