1.- Tú, Dios mío, me quieres santificar; me envías muchas gracias para ello. Me acojo a Ti y te pido fuerza para vivir y morir en tu amor. Ayúdame a vencer la tentación.

2.- Sé que el obstáculo para la relación contigo es la soberbia; quiero, con tu gracia, ser humilde en mi relación contigo, Señor.

3.- "Dios resiste a los soberbios y a los humildes da su gracia". Dadme. Señor, el don de oración; dadme humildad.

4.- Mi relación contigo ha de ser siempre en profunda humildad. No nos dejes caer en tentación.

5.- Mantenerme en la presencia de Dios en el lugar que me corresponda. Yo soy la nada, Tú, el Todo.

6.- Confronto mi propia nada con el Absoluto de mi Dios y Señor, que es Padre por su voluntad de darse a mí; te contemplo así en el silencio de la oración.
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