A nuestro hermano en la fe, Monseñor Zornoza: por supuesto que lamentamos la reprobable y nefanda pederastia como algo gravísimo y crimen pésimo. Pero él debe ser acogido con misericordia como hermano en la fe y responder ante la justicia de su detestable delito. Te acogemos y deseamos tu arrepentimiento; pedimos por ti al Señor y sobre todo por tus víctimas a quienes has de compensar.