Más de cincuenta años sin readmitir a los sacerdotes secularizados... y somos sacerdotes XC LO MEJOR, LAS VACACIONES: podíamos salir...

La vida de un cristiano, sacerdote, padre y abuelo

 Testimonio humano - espiritual de un sacerdote casado.

Autobiografía.

XC LO MEJOR, LAS VACACIONES: podíamos salir...

EN MI EPOCA de estudiante solía decir: El tiempo más feliz de mi vida, las vacaciones. Ahora sigo afirmando lo mismo. Y es que el ejercicio de la docencia tiene sus compensaciones: sentirse niño con los niños, joven con los jóvenes, disfrutar como ellos del período estival.

Hasta 1974 hemos realizado giras Angelines y yo por toda España. Nos sirvieron para intimar en nuestra amistad amorosa. La niña se quedaba bien atendida en casa. Entonces podía permanecer tres o cuatro días sin sus padres.

Segovia, Avila, Valladolid, Zamora.. poco tiempo dedicábamos a cada ciudad. Una mañana o una tarde. Apreciábamos lo más significativo; de suerte que si tuviera que recomendar la visita a tres monumentos serían: La Mezquita de Córdoba, la Alhambra de Granada y el acueducto de Segovia. Tal vez, como obra faraónica, Cuelgamuros. Tres paisajes. De mar: Las Rías Bajas de Galicia. De montaña: el Pirineo aragonés. De paisaje elaborado: el Monasterio de Piedra. Tres ciudades. De costa, San Sebastián. Interior, Pamplona. Típica, Córdoba. Como gran urbe, Madrid. Frecuentemente me quedaba absorto ante la visión serena de paisajes castellanos, los abruptos andaluces, los melancólicos gallegos.

En otras ocasiones visitamos Valencia, Castellón, Murcia, Almería, Málaga. Nos introdujimos en la vecina Portugal. Nos impresionó el bajo nivel de vida de las regiones de Braganza y Vila Real. A pesar de la proximidad con España, las costumbres cambiaban. Las comidas, por ejemplo, la servían en orden inverso, comenzando por el pescado. Resultaba extraño tener que tomar un refresco obligatoriamente sentado en el correspondiente velador, y nunca en la barra.

No hemos vuelto a salir de excursión sin nuestra hija. Necesitamos que ella venga con nosotros. Como no soporta los viajes en coche pequeño muchos kilómetros, hemos optado por permanecer en casa o realizar desplazamientos de un día.

Poseemos diapositivas, cerca de tres mil, del arte de toda la región. Muchos sábados y festivos nos hemos dedicado a este menester. Aparte del acervo cultural que nos enriquece, ha servido esta afición común para unirnos más en nuestro matrimonio. Ahora Irene nos acompaña y va aprendiendo a distinguir diversos estilos arquitectónicos. Durante las largas veladas invernales, nos entretenemos con frecuencia en contemplar nuestras fotografías: belleza natural y arte creado por el hombre.

Desde el accidente de Irene, en que temimos por su vida, nuestro amor a ella se ha centuplicado, y crece sin cesar. Nuestra solicitud por ella es inmensa. Contemplando su carita de ángel, a veces nos emocionamos. Ella sabe corresponder a nuestro amor con gratitud y cariño. Es tan agradecida que, cuanto más hacemos por ella, mayor deseo tenemos de favorecerla y protegerla.

Un verano practicamos juntos Angelines y yo los ejercicios espirituales en el colegio de la Presentación. Fueron días inolvidables. Agradezco a Dios haber conseguido una mujer que puede rimar conmigo en el aspecto espiritual y religioso.

Publico en pequeñas entregas la verdadera historia de mi vida de cristiano, sacerdote, padre y abuelo. Por razones obvias son supuestos los nombres geográficos de mis lugares de adulto. A muchos puede interesar.

José María Lorenzo Amelibia 

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             Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/

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