El cardenal Segura fue el más discutido del siglo XX Unos cuantos flashes del cardenal Segura

Crítica Constructiva

Unos cuantos flashes del cardenal Segura

segura

El Cardenal Pedro Seguro

Para mí el Cardenal Segura era un enigma. Nuestro profesor de Historia de la Iglesia, Don José Goñi, cuando le preguntamos en 1955 por este cardenal, que estaba en lenguas de toda España y de gran parte del mundo, unos a favor, otros, en contra, nos respondió: "El Cardenal Pedro Segura será un buen tema para una tesis doctoral dentro de cincuenta años". Ha pasado ya más de medio siglo y el libro de Gil Delgado nos desvela el enigma. Cada uno al leer estos flashes, si sigue intrigando el tema, compra el libro; merece la pena.  

Con Queipo de Llano

Mantuvo cordiales relaciones. Siempre le guardaba un sitio preferente en la catedral. Junto a Segura monta su fiesta religiosa por la victoria. Rodeado de canónigos, Queipo de Llano luce sonrisa delante del paso del Gran Poder. Da primero mil pesetas para la reconstrucción del santuario de la Cabeza y 2500 para la construcción de la parroquia de Santa Genoveva, nombre de la esposa de Queipo.

Cuando el general recibió la cruz laureada de San Fernando de manos de Franco, allí estaba Segura al lado de los dos y aguanta la lluvia junto a ellos. Segura y Franco, manos unidas. Año 1944 y como de costumbre va al Alcázar a platicar con el Caudillo en privado; como dos amigos en la intimidad.

Es notable la relación afectiva que hubo siempre en Sevilla entre Queipo de Llano y Segura. Hablan como dos hermanos, y el Cardenal le da palabras de aliento cuando declina la vida del general. Al morir, se arrodilló ante el cadáver; lloró sin poderse contener; rezó un responso y le dio la bendición. Segura ofició de pontifical el funeral, pero ni hizo, ni consintió que nadie hiciera oración fúnebre.

San Juan de Aznalfarache

Y fue precisamente Franco quien presidió la inauguración del complejo religioso - monumental de San Juan de Aznalfarache el 10 de octubre de 1948. Venía levantándose desde 1942. Después de la inauguración acompañó Segura a Franco y esposa y a sus ministros a girar visita a las instalaciones. Se le vio entonces coger del brazo a Franco, ligeramente adelantados de los demás, mientras hablaban. Franco escuchaba y asentía.

Pero ocurrió algo raro: la comida anunciada no se celebró. ¿Por qué? ¡Discusiones protocolarias! Estaba claro que la cabecera principal de la mesa imperial estaría ocupada por Franco. La discusión protocolaria estaba en quién ocuparía la otra cabecera. Los del Pardo mantenían que le correspondía a la esposa del Jefe del Estado. El Cardenal se sentaría a la derecha de Franco. Pero los representantes del protocolo del Cardenal estaban en que éste no podía ceder a nadie la segunda cabecera, por ser el anfitrión y porque los Cardenales solo ceden precedencia a jefes de Estado y a las reinas consortes, pero no a las esposas de jefes de Estado carentes de representación jerárquica. Doña Carmen debería sentarse a la derecha del Cardenal Segura. Como no se llegó a un acuerdo se pensó que lo mejor sería suprimir la comida.

Se sintió siempre libre

La publicación de la famosa encíclica de Pío XI, contra el nacismo, "Mit brennerder sorge", que le costó al obispo de Calahorra, don Fidel García, el exilio, a Segura no le acarreó perjuicios. Tuvo la destreza de publicarla por trozos en el boletín. Franco no le sacó las uñas.

Captó pronto la sensibilidad del fenómeno cofradiero y lo fomentó. Pronto publica una pastoral: "Las cofradías y la vida cristiana".  Creó el Instituto Catequístico Diocesano, erigió cátedra de Pedagogía Catequística. Se ocupó con rapidez del tema del tesoro catedralicio. Siempre se sintió cabeza entre los obispos, aunque no era ya presidente de los metropolitanos, pero era metropolitano de una de las mayores provincias eclesiásticas.   Nombró por entonces canónigos a Javier Alert, catalán, con quien habrá al final serios conflictos, y al siempre fiel Benito Muñoz, toledano.

El caso del chantre Manuel Milla

El desgaste del Cardenal fue constante. Cada vez desconfiaba más de cuantos le rodeaban. El cinco de junio del 49 destituyó de su cargo de agente de preces al canónigo chantre Manuel Milla. Manuel era buena gente, cumplidor. Había confiado Segura mucho en él. El Cardenal al parecer era intolerante con la gente que "él sabía que sabían de él". Y Milla, siendo agente de preces, era uno de esos cables informativos utilizados de Roma. Segura lo destituye del cargo, pero no repone a nadie en su lugar. Esto le costó a Milla una grave enfermedad depresiva. Intenta el favor de Roma a través de la Congregación del Concilio. En un principio encuentra apoyo entre sus compañeros de cabildo. Pero no le llega la dispensa de coro pedida a Roma. No asiste a coro, y se van agotando sus días de vacaciones. A comienzos del 50 se le juzga a Milla no presente, al no haber asistido a la procesión de Tercia. Presenta un recurso al Cardenal contra el dictamen de irresidencia. Después el cabildo manifiesta al prelado su deseo de que sea dispensado. Segura calla. Milla presenta certificados médicos. Llega de Roma la dispensa de coro por un año, pero se ejecutó varios meses después. Año tras año se renueva el permiso - dispensa. Entretanto Segura ha abierto proceso contra Milla ante el Santo Oficio (allí van las cuestiones de ortodoxia y moralidad). Lo que aparece claro es que tras el fallido asunto de la dispensa de coro ha querido Segura empapelar a Milla ante el Santo Oficio. Pero al fin, Roma respalda a Milla contra el Cardenal Segura. Va perdiendo Segura peso en Roma.

Revuelo internacional

Y realmente pronto llegó a ser un problema internacional el enfrentamiento Lequerica - Segura. Publica el año 52 una pastoral "Sobre un grave abuso del poder público, en orden a los derechos de la Iglesia". Muchos se le adhirieron, pero también tuvo mucha contestación. Elude entrar en polémica y prefiere estar en línea rigorista. La revista "Jesuitas" de América publica un artículo que contradice las tesis de Segura. Éste rebate todo y la denuncia, pero no llega a ninguna parte. ¡La Compañía de Jesús que fue fundada para combatir contra el protestantismo! Un profundo amargor destila el documento seguriano por todo esto. El Cardenal Segura se está convirtiendo en problema público internacional. Roma no puede quedar indiferente.

Segura da la espalda a Franco en Sevilla

Es la primera, última y única vez que lo hace. Cuando llega Franco a Sevilla no acude a recibirlo en la catedral. Lo hace su vicario. Segura se encontraba en San Juan de Aznalfarache; allí daba varias tandas de Ejercicios Espirituales. Le resultaba imposible ir a sentarse con Franco en el medio mes que estuvo el Caudillo en Sevilla. Por supuesto que el cabildo recibió al Generalísimo como siempre, bajo palio y con la salve, en la Virgen de los Reyes.

Segura sigue queriendo hacerse notar

El 9 de mayo del 54 clausura el congreso mariano. Se le ve feliz después de la pontifical en la plaza de la Virgen de los Reyes. En el mismo mes la emprende contra la obra "Teología de la política" del anodino García Rodríguez, publicada sin licencia eclesiástica. Envía un último mandoble a los protestantes en una admonición, "Sobre los avances del protestantismo en la archidiócesis". El 15 de septiembre se lleva el gustazo de recibir las joyas de la Virgen de los Reyes que habían sido robadas y que ha recuperado la policía. También en septiembre del 54 dio su última tanda de Ejercicios Espirituales para sacerdotes en San Juan de Aznalfarache. Se le notaba triste, cargado, muy cambiado y emotivo, y buscaba calor humano.

El final

Comienzan los fuertes trastornos de corazón. Tiene 77 años. Fue internado en el hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid. Le acompañaban sus sobrinos. No fue a visitarle Bueno Monreal. ¿Lo hubieran admitido? Su siempre fiel capellán Santiago Guinea y la superiora de nuestra Señora del Rosario estaban en todo momento junto a él. Y entregó su alma al Creador el 7 de abril de 1957, al atardecer. Él había pedido antes que le celebraran la Misa. Murió con gran piedad.

Despedida

En Madrid se volcaron. Le hicieron comitiva fúnebre oficial por el barrio de Salamanca, por varias calles. Se suprimió la circulación. Acudieron las autoridades y Franco ordenó se le hicieran honores de capitán general. En Castelló se despidió el duelo y salió el coche fúnebre hacia Sevilla. Bueno Monreal aguardaba el cortejo en San Telmo, no salió al límite de la provincia. En los pueblos, al paso del cortejo fúnebre, acudía el clero con cruces para rezar el responso.

Hoy nadie entiende la manera de proceder de este cardenal. Entonces tampoco fueron muchos los que lo comprendían. Lo cierto es que siempre apareció como hombre recto, piadoso, con grandes contrastes en su vida. ¿Adolecería de alguna enfermedad mental? El libro del que he tomado estos flashes es apasionante.

José María Lorenzo Amelibia                                         Si quieres escribirme hazlo a: josemarilorenzo092@gmail.com              Mi blog: https://www.religiondigital.org/secularizados-_mistica_y_obispos/  Puedes solicitar mi amistad en Facebook https://www.facebook.com/josemari.lorenzoamelibia.3                                          Mi cuenta en Twitter: @JosemariLorenz2

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