No me ha gustado nada la carta enviada a R.D. por R. Hernández en la que con guante blanco le da a entender su ayuda a Mons. Zornoza... y termina con estas palabras "Todo lo que precede, se lo aseguro, amigo, ha sido escrito sin rencor, con sincero perdón y con toneladas de esperanza. Nunca es tarde para corregir errores y reparar daños. A fin de cuentas, no deberíamos olvidar que el camino cristiano está plagado de calvarios y cruces". No hagamos leña del árbol caído...