Clausura del Jubileo de la Esperanza: 28 de diciembre, ¡¡¡Te espero!!!

Me decía un sacerdote de nuestra diócesis, ya entrado en años: “He vivido varios jubileos en la Iglesia, pero como este ninguno”. Ojalá pudiésemos decir todos, sacerdotes, religiosos y laicos, que el Jubileo no ha pasado de largo por nuestras vidas. Significaría que nos ha dejado huella como a este sacerdote al que aludía. Lo decía por las numerosas celebraciones jubilares que se han vivido este año en la diócesis.

Al acercarnos a la clausura del Jubileo de la Esperanza, que celebraremos el próximo 28 de diciembre, deseo dirigirme a vosotros con un mensaje de gratitud y esperanza. Este año jubilar ha sido para nuestra diócesis de Pamplona y Tudela un verdadero kairós, un tiempo de gracia en el que el Señor nos ha invitado a reavivar la virtud teologal de la esperanza, tan necesaria en nuestro mundo herido. Como recuerda san Pablo: «En la esperanza fuimos salvados» (Rm 8,24).

Desde la apertura del Jubileo, el pasado 29 de diciembre de 2024, la diócesis se ha ido congregando en las dos catedrales y lugares jubilares para sembrar y compartir esperanza, en un mundo carente de ilusión y de esperanza en el futuro. Nuestra Iglesia diocesana se ha hecho presente en muchos colectivos que en silencio quieren vivir cercanos a la Iglesia, pero que les ha faltado ese momento, ese espacio y tiempo donde poder manifestar su fe en público. Y ha sido el Jubileo de la Esperanza el que les da dado la oportunidad de manifestarse creyentes y comprometidos con los valores del evangelio desde su colectivo o profesión.

El Jubileo de la Esperanza ha querido llegar a todas las personas y rincones de la diócesis. Han sido cincuenta y dos celebraciones jubilares, casi una por semana. Toda una riqueza espiritual y eclesial. Grupos y colectivos que antes nunca habían tenido espacio en la Iglesia, este año han sido protagonistas de ese tiempo nuevo que nos trae el Jubileo.

Y un protagonismo especial lo han tenido los pobres. Los cuatro lugares de llaga jubilar han vivido momentos de gozo y agradecimiento. Multitudinaria celebración en la Casa de la Misericordia de Pamplona, donde familiares y ancianos invocaron la esperanza para ellos y sus familias. Impactante fue la celebración en el Hospital Reina Sofía de Tudela, donde los enfermos recibieron el mensaje de que fueron visitados y acompañados para vivir la enfermedad en esperanza. Un mensaje que les llevaron el obispo de Tarazona y el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela. Tierno y esperanzador fue el jubileo en la cárcel de Pamplona, donde el arzobispo quiso escenificar esa esperanza que acoge y perdona con un abrazo sentido a presos, a funcionarios y a voluntarios. Abrazos que se convirtieron en lágrimas. Y finalmente el Jubileo de la Esperanza en el centro Padre Menni de Elizondo nos permitió agradecer que el Señor “haya escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las haya revelado a la gente sencilla” (Mt. 11, 25). Los enfermos de Padre Menni eran los que mejor entendían el mensaje del evangelio. Desde su alegría y espontaneidad, hicieron presente que Dios se encarna en los sencillos.

Con gozo puedo anunciar que la otra dimensión del Jubileo, el compromiso social que nos marcamos, se ha cumplido. Así el objetivo de abrir un hogar para mujeres víctimas de trata se ha logrado. El piso está, el equipo que lo va a llevar adelante también, y en este momento se está valorando a las mujeres que van a comenzar a vivir en el nuevo hogar a principios de año. Unas mujeres que la vida las ha colocado al otro lado de la sociedad en contra de su voluntad. Quiere ser un hogar, una familia, la de la iglesia diocesana que sea el punto de partida de una nueva vida, para estas mujeres y sus hijos.

A través de esta carta convoco a toda la diócesis a participar en la clausura del Jubileo, que tendrá una fecha y dos lugares diferentes. La clausura se celebrará el domingo 28 de diciembre, a las 11:00 horas, en la catedral de Tudela, y a las 17:00 horas en la Catedral de Pamplona. Será un momento de agradecimiento por todo lo vivido en este año, por toda la comunión vivida y expresada en cada celebración, en cada encuentro. Me gustaría que tanta esperanza vivida, sentida y compartida sea nuestra compañera en el camino de la fe. Que como San Pablo estemos convencidos que “la esperanza no defrauda” (Rm. 5,5 ). ¡¡¡Te espero el día 28 para clausurar el Jubileo de la Esperanza en nuestra diócesis!!!