Varios centenares de personas cenaron en la Cámara Alta y San Antón Osoro, el padre Ángel y la presidenta del Senado 'Reyes Magos' de los sintecho en Nochebuena

El presidente de Mensajeros de la Paz celebra hoy la Navidad en Roma, en el templo 24 horas de los Siete Estigmas de San Francisco

“Es solo un gesto. Pero espero que sirva para poner el foco en aquellos más necesitados de la protección de los poderes públicos”, dijo la presidenta del Senado, Pilar Llop

Decenas de voluntarios se dejaron la piel en cada minuto, para que el día fuera especial. Sólo es un día: la mayor parte del tiempo estos hombres y mujeres son tratados con desprecio y puertas cerradas, como ya le ocurriera a Jesús

Por mucho que se quejen los maestros de la aporofobia, la Navidad también llega para las personas sin hogar acogidas por Mensajeros de la Paz en San Antón. Anoche, varios centenares de hombres y mujeres descartados e insultados por los epulones de hoy sintieron, una Nochebuena más, la dulzura de la caricia y el abrazo de la solidaridad gracias al padre Ángel.

Cenaros como políticos, y celebraron la Navidad como los reyes que son. Primero, en el Senado, donde doscientas personas pudieron disfrutar de un completísimo menú de Navidad gracias a la solidaridad de la Fundación La Liga, Makro, Lecaser, el chef Rodrigo de La Calle, y la Cámara Alta. Después, la guinda en San Antón, con Misa del Gallo y entrega de regalos navideños incluidos. 

Decenas de voluntarios se dejaron la piel en cada minuto, para que el día fuera especial. Sólo es un día: la mayor parte del tiempo estos hombres y mujeres son tratados con desprecio y puertas cerradas, como ya le ocurriera a Jesús. Entre los 'Reyes Magos' de los sin techo se encontraban, anoche, la presidenta del Senado, Pilar Llop; y el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, al que se vio repartiendo la comida como uno más.

“Es solo un gesto. Pero espero que sirva para poner el foco en aquellos más necesitados de la protección de los poderes públicos”, dijo la presidenta del Senado. El cardenal de Madrid les sirvió la comida, les bendijo, les abrazó como un pastor. 

Esta mañana, temprano, el padre Ángel volaba hacia Roma, para celebrar la fiesta de la Navidad con los pobres de la iglesia de los Siete Estigmas de San Francisco, un nuevo milagro, concedido gracias al Papa Francisco. Una iglesia 24 horas para que los más descartados de la Ciudad Eterna tengan un hogar donde reposar cuerpo y alma. Como querría Jesús. Como no ocurrió con la Sagrada Familia.

Hoy, los pobres de Madrid y Roma tienen un poco más de esperanza. Gracias, Ángel. Gracias por ser Navidad.

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