"Lo que se hace, se hace y ya está, porque le sale del corazón" ¿Es esto justicia social?

El padre Ángel en su iglesia de S. Antón, en Chueca
El padre Ángel en su iglesia de S. Antón, en Chueca

"Si Ángel Silva y yo hubiésemos pensado en los años 60 que estábamos teniendo iniciativa social nos hubiéramos asustado tanto que a lo peor no habíamos hecho nada por eso de que no nos regañaran"

"Cuando se meten tanto con los políticos y todo el mundo les critica, a mí me cuesta creer que nadie en su sano juicio se dedique a la política para hacerle la vida imposible a los demás. La política es trabajar para el bien común y yo creo que todos a su medida, lo hacen"

Cuando era niño lo que menos me importaba era salir a la calle con los zapatos rotos. Pero se ve que mis vecinas no pensaban igual. Yo disimulaba delante de mi madre para que no se diera cuenta de que los llevaba rotos pero mis esfuerzos no prosperaron. Al final las vecinas se chivaron y se lo dijeron a mi madre: “Mira, Amalia, que Gelín lleva rotos los zapatos”. Entonces la pobre de mi madre se vio obligada a comprarme unos nuevos.

Salí con los nuevos puestos y llevé los viejos en una cartera. Cuando vi a los niños gitanos con los que me subía en el carro para llegar hasta el colegio, me los quité y se los di a uno de ellos que andaba siempre descalzo. Yo me puse los viejos.

A estas cosas no le daba yo ninguna importancia, porque yo veía que ese amigo los necesitaba más que yo, pero llamaban mucho la atención de los mayores. Mi madre me regañó por eso porque no estaban los tiempos para regalar algo tan valioso como unos zapatos y mis vecinas lo recuerdan hoy con admiración. En aquel momento yo no entendía bien el valor del dinero y sí las necesidades que veía. Aquel gesto no era nada novedoso ni extraño, la gente que me rodeaba, también ayudaba a los que lo necesitaban.

Este gesto es lo que yo llamo reparto de la riqueza. Si uno tiene de más, es de ley compartirlo con el que no tiene nada. Parece un pensamiento muy sencillo, un sentimiento que tenemos desde que venimos al mundo, y sin embargo en él se basa lo que llamamos Justicia Social.

Sé que todos los que estáis aquí compartiendo conmigo esta reflexión, sois buenas personas y os parece natural trabajar para beneficio de los demás. Cuando se meten tanto con los políticos y todo el mundo les critica, a mí me cuesta creer que nadie en su sano juicio se dedique a la política para hacerle la vida imposible a los demás. La política es trabajar para el bien común y yo creo que todos a su medida, lo hacen.

Cuando uno tiene esto que hoy se llama iniciativa social, no sabe que lo tiene. Lo hace y ya está porque le sale del corazón. Después llegan los demás y le ponen esta etiqueta: estos señores tienen una gran iniciativa social. Si Ángel Silva y yo hubiésemos pensado en los años 60 que estábamos teniendo iniciativa social nos hubiéramos asustado tanto que a lo peor no habíamos hecho nada por eso de que no nos regañaran.

Primero, Religión Digital
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