José Cobo presidió una misa en memoria de las 189 personas sin hogar muertas “Este mundo solo tiene salida a partir de los últimos, los que nadie ve”

Misa por las personas sin hogar en la iglesia de las Maravillas
Misa por las personas sin hogar en la iglesia de las Maravillas

“La de Modesta es una experiencia que no es ajena a la vida de nuestra propia ciudad: la indiferencia, el aislamiento, el miedo a los contagios de COVID son piojos, son las lepras de nuestro mundo”, señaló el obispo auxiliar de Madrid

En una emotiva Eucaristía presidida por el Obispo auxiliar de Madrid, Mons. José Cobo, recordamos uno a uno los nombres de 189 personas sin hogar, que más que una estadística, son la memoria de vidas marcadas por el aislamiento, el rechazo y la indiferencia; vidas que se fueron, pero cuyo recuerdo mantenemos vivo para reflexionar sobre la dureza de la vida en la calle y arrancar un compromiso por una ciudad más fraterna y atenta con los pobres.

Modesta Valenti, la anciana que dejaron morir hace 38 años en la Estación de Termini en Roma, porque tenía piojos es la primera de esta larga lista en la que hay amigos de diferentes países y procedencias, con problemas diversos, que tienen en común el abandono y la soledad. Manolo, Ismail, ‘el Cantinflas’ Florín, Rosa, Pepa… una vela y un recuerdo por cada uno, porque son luz que ilumina el camino para un nuevo tiempo.

“La de Modesta es una experiencia que no es ajena a la vida de nuestra propia ciudad: la indiferencia, el aislamiento, el miedo a los contagios de COVID son piojos, son las lepras de nuestro mundo”, sentenció en su homilía el Obispo Auxiliar de Madrid, José Cobo, en un día en que el Evangelio nos presentaba el pasaje de la curación del leproso. Modesta es el nombre de tantos que son invisibles y hoy doblemente invisibles.

Modesta es el nombre de nuestros amigos en los que nadie piensa cuando se habla de los planes para salir de la crisis, ni se dice cuándo hay que vacunar. Modesta es el nombre de tantos y tantas que no encuentran alivio en nuestro mundo.

Monseñor Cobo llamó a los cristianos a leer la realidad y descubrir la voz de Dios en este tiempo concreto, a partir de Modesta, de los leprosos, de los últimos, los que nadie ve. A través de los ojos de los leprosos, aparece Jesús , que se pone a su altura, combate y vence al mal, a partir de una fuerza nueva, que no solo actúa en el plano de las ideas, sino que cambia el corazón, actúa en el mundo y crea comunidad.

“Si este mundo tiene salida es a través de los ojos y la fuerza de los últimos y la fuerza de la cruz, no de los poderosos”. En un mundo que se aísla y en un tiempo en que nadie quiere tocar al hermano, “vosotros sois testigos privilegiados del tocar, del acercarse de maneras nuevas (…) que permiten abrazar incluso desde la distancia”, dijo Cobo en referencia a la trayectoria de amistad de la Comunidad de Sant’Egidio con los pobres.

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