Editorial CCM Vacunas, nacionalismo y elecciones

Vacunas, nacionalismo y elecciones
Vacunas, nacionalismo y elecciones

Casi se ha llegado a los 21millones y medio de contagios en el mundo. El sars-cov 2 aparece implacable y la nueva etapa de la pandemia pone a países que ya habían hecho logros importantes poniéndolos nuevamente en el dilema del regreso al confinamiento por el ascenso vertiginoso del número de personas infectadas. Y esto va para largo hasta el descubrimiento de una vacuna efectiva que inmunice a la mayoría de los más de 7 mil millones de seres humanos del planeta. Según algunos medios de comunicación, existen aproximadamente 200 grupos en el mundo investigando una vacuna y la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera la seriedad de 140 organizaciones.

Esta semana Rusia sorprendió al mundo cuando el presidente Putin anunció una vacuna lista para ser producida en serie. Los primero lotes de la Sputnik-V (Recordando al satélite artificial que lanzó primero a la URSS al espacio y V por vakcina-vacuna) saldrían pronto al mercado en un inusitado logro de la ciencia rusa poniéndose adelante, como en los viejos tiempos de la Guerra Fría, de los Estados Unidos. Para la OMS, la Sputnik-V debe ser tomada con las debidas cautelas cuestionando su efectividad y seguridad en humanos. Y previene al mundo de la frenética carrera nacionalista en el desarrollo del antídoto contra el virus.

Los motivos de Rusia tienen detrás no precisamente el noble gesto de inmunizar a millones. El referéndum de este año pretendía estabilizar y legitimar el poder del presidente ruso. Entre los propósitos del ejercicio plebiscitario estarían una serie de reformas a la constitución del país para permitir al actual mandatario a permanecer en la presidencia hasta el 2036, pero los resultados están bajo sospecha e indicios manipulación. El anuncio de la vacuna es evidente. Un antídoto contra el coronavirus es un elíxir para la perpetuación en el poder.

Misma situación en los Estados Unidos cuando Trump ha ordenado que la vacuna esté lista este año, quizá antes del noviembre electoral. "Sólo quiero salvar vidas, es decir, voy con prisa y estoy presionando a todo el mundo. Si hubiera otro presidente que no fuera yo estaríamos hablando de una vacuna durante dos años", dijo medios de comunicación. Dice “no buscar votos”, pero el tiempo está contrarreloj, a dos meses de la jornada electoral en la que sería previsible la derrota. El mal manejo de la pandemia y el progresivo deterioro de la economía estadunidense serían el epitafio en la lápida mortuoria de la presidencia que, según el pensador Noam Chomsky, está “desesperada” y no vacilaría incluso en usar recursos militares y maniobras antidemocráticas para perpetuarse en el poder.

México parece sumarse a esta carrera de la nueva guerra fría contra el virus. El Secretario de Relaciones Exteriores anunció que, junto con Argentina, la Universidad de Oxford, la Fundación Carlos Slim y los laboratorios Astra Zéneca, acelerarían la producción de una vacuna latinoamericana para poner a México a la cabeza como cuando fue el “hermano mayor” de Latinoamérica. AMLO ha dicho que el biológico dará “tranquilidad y certidumbre”, necesarias para el año electoral que se apertura en septiembre y renovará a la útil Cámara de Diputados en la elección “más grande en la historia de México”.

Argentina guarda misma condición. En octubre de 2021, será renovada una importante parte del Congreso Nacional: un tercio de la Cámara de Senadores para el periodo 2021- 2024 y la mitad de la Cámara de Diputados para el periodo 2021-2025. La Cámara de Diputados de la Nación Argentina renovará 127 de sus 257 miembros por un período de 4 años.

Citando de nuevo a Noam Chomsky al hablar de Estados Unidos, “el país está gobernado por locos”. Esa locura lleva a trabar alianzas con quien sea para que, por lo menos, el público sea distraído del evidente fracaso en el manejo de la pandemia. Los más de 56 mil mexicanos fallecidos como peldaños de una escalera siniestra para obtener las riendas definitivas del poder en junio de 2021. En eso queda esta carrera: vacunas y nacionalismo, el binomio para tener votos.

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