Judaísmo inicia celebraciones pascuales En tiempos de coronavirus, “celebraremos como en la Pascua original”: Rabino Tuvia Krawchik

En tiempos de coronavirus, “celebraremos como en la Pascual original”: Rabino Tuvia Krawchic
En tiempos de coronavirus, “celebraremos como en la Pascual original”: Rabino Tuvia Krawchic

-Líder de la sinagoga de la colonia Condesa de la Ciudad de México, explica el séder: "Será de forma intensa, familiar..."

-Coronavirus impactó la vida religiosa judía; sin embargo, preservar la salud está por encima de todo...

-Judíos que infringen disposiciones sanitarias son “ignorantes” de los mandamientos.

El coronavirus no sólo azota las tradiciones y ritos a lo largo y ancho de la cristiandad. Las grandes religiones padecen la desgracia de la pandemia que afecta el núcleo de las celebraciones más importantes que han forjado su identidad y creencias. Este miércoles 8 de marzo, el judaísmo inicia las festividades de Pésaj y la celebración del séder pascual que los congrega, recordar la historia de la liberación de Egipto para relatar la historia de cómo Dios pasó para deshacer la esclavitud y anunciar la libertad.

¿Cómo será la celebración del Pésaj del 2020, 5780 del año judío? En entrevista para este blog, el rabino ortodoxo de la colonia Condesa de Ciudad de México, Tuvia Krawchik Chiriti, de la kehilá ashkenazí de México y formado en la escuela rabínica Majón Ariel de Israel y licenciado en Comercio Internacional por el Tecnológico de Monterrey, explica el especial significado de la celebración en tiempos del confinamiento y que recuerda ese primitivo Pésaj que la tradición judía hoy conmemora, cuando el pueblo hebreo vivió encerrado en sus casas, mientras el mal asoló a la tierra de Egipto. Más que un impedimento por el coronavirus, el séder de Pésaj de este año será oportunidad para profundizar en una de las celebraciones más importantes del pueblo de Israel

Pésaj. Liberación.
Pésaj. Liberación.

¿Cómo será la celebración de este año? “La estipulación de los rabinos y de las autoridades es celebrar en el núcleo familiar, es decir, congregar a quienes duermen en esa casa para realizar la cena de Pésaj y el séder, un rito ordenado de varias horas”.

Krawchik así explica que este año será de carácter más íntimo, en familia, y eso no será impedimento para suprimir partes del séder por el coronavirus, “el ritual se celebrará enteramente por ser de esencia familiar. Hay un concepto que se llama ‘Pascua original’ que es la que celebraron los judíos en Egipto la noche previa al día de la liberación. Estaban confinados porque, conforme a la Biblia, estaba pasando la destrucción y la gente estaba confinada de manera que pasara lo malo por fuera y no entre a las casas. Este año sería parecido al de la Pascua original que cada núcleo básico se quede en casa resguardándose del mal que pasa fuera”.

Aunque no podría darse una interpretación o mensaje de Dios sobre la pandemia del coronavirus, el contexto de la celebración de este año se parece mucho al de la Pascua original, además de ser oportunidad para transmitir el mensaje más intensamente. De acuerdo con el rabino Krawchik, la noche de la celebración del séder pascual consiste en relatar a los hijos la experiencia de la salida de Egipto. “Siendo que el foro es más reducido, nos permitirá una celebración más intensa. Cada año, afirma, celebra esta cena con una asistencia de casi un centenar de personas, “entiendo que todos participen leyendo un fragmento pequeño del relato. Este año estaré con mis hijos, madre y esposa de manera que la transmisión será más personal e intensa. Hay que verlo como una oportunidad”.

La fecha de la celebración de la cena de pascua que inicia este miércoles está acorde a la datación astronómica de la primera luna llena después del solsticio de primavera.Se pondrá el sol y empezaremos el rito con la santificación de la cena con una copa de vino como lo hacemos todos los viernes y por las fiestas a lo largo del año. Esta copa de vino que santifica la ocasión será la primera de cuatro que se consumen durante la cena”.

El coronavirus ha tenido un marcado impacto en las celebraciones judías cuando todos los rezos que implican congregación se suspendieron en todo el mundo. “Es la primera vez en la vida que sucede así, puesto que en las sinagogas se mantiene como una flamita que es, por lo menos, tener a diez personas congregadas los 365 días del año, por las mañanas y tardes, al menos en la sinagoga principal. Desde el 20 de marzo se decretó la prohibición de cualquier forma de congregación”.

Sin embargo, las restricciones son vistas además como un mandamiento porque la estipulación en la religión es conservar la salud y la vida.“En el momento en que esto es vigente a fin de prevenir riesgos inherentes, se convierten en parte de nuestras reglamentaciones, es desde luego, algo impactante, desde el 20 de marzo marcó una forma distinta de realizar las celebraciones”.

Como ha sucedido en otras tradiciones religiosas, la forma de congregarse ahora se realiza de manera virtual. “De vez en cuando nos congregamos a través de las aplicaciones ya sea para rezar, estudiar a distancia o compartir otras cuestiones”.

Ante la resistencia de grupos judíos radicales de no acatar las disposiciones sanitarias y que, en algunas ciudades, han sido arrestados, la forma de reprobarlo tiene en el fondo la ignorancia de las disposiciones del judaísmo ortodoxo: “Está muy bien definido cuáles son los lineamientos por seguir. Incluso hay rabinatos en Israel y libros claros que dejan claro que por encima de todo está la salud, incluso arriba de cualquier ritual. Eso está claramente estipulado en cualquier libro de leyes judías ortodoxas, si alguien incurre en desacato, lo hace porque está actuando meramente por ignorancia de lo que es correcto”.

La celebración de la pascua tiene también en cuenta a quienes estén pasando urgencias materiales y de pobreza.“Nuestros libros son claros. Por encima de todo, de cualquier ritual, está en ver a quienes estén en estado de necesidad y darle lo necesario. Es un fundamento del judaísmo. En esto hay un profundo sentido de humanidad, en esto nuestras Escrituras hacen énfasis en hacer un mundo mejor, de paz y estar al pendiente de la humanidad con lo que cada uno pueda aportar”.

La celebración de Pésaj, conforme a la Biblia dura siete días. “El primer y séptimo día son de asueto obligatorio, pero en la diáspora esos asuetos obligatorios los hacemos dobles por una situación de incertidumbre que se dio en el pasado. En España y otras partes la fiesta será de ocho días”.

El séder de Pésaj sobrevive a los tiempos donde los grandes discursos son cuestionados y la religión parece diluirse en el mero sentimentalismo o el sin sentido del odio y del mal. El gran patrimonio que nos llega de la tradición judía y que desea ser el especial mensaje del rabino Krawchik en este año, es el de la festividad que implica la mayor alegría del Pueblo de Israel en la proclamación final del gran Halel: “Vivir sin sentido no es bueno para el ser humano. No se puede existir sin un ‘para qué’ y el sentido completo lo da la religión siempre y cuando promueva el amor, la paz, armonía, salud y la vida. Estos valores son indispensables para la humanidad. Si el sermón y la religión promueven el odio, el ser humano, por sentido común, debe salir de ahí para buscar otro discurso porque lo último que necesitamos en este tiempo es ver al hombre como lobo del hombre. Esto es un mensaje evidente, el enemigo del ser humano no es él mismo sino las enfermedades y las calamidades. Incluso, con esto del coronavirus, los judíos estamos obligados a pedir por la salud de quienes quieren nuestro mal; mientras exista el virus en la humanidad, a todos nos puede llegar en algún momento. El gran mensaje es este: tú no eres adversario del otro, el odio es inmune al virus, nuestra responsabilidad es detectar si hay odio en nuestros pensamientos y dejarlo fuera de nuestros corazones”.

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