Los líderes de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) afirmaron que la vida consagrada en las Américas debe continuar denunciando injusticias a la luz de acontecimientos que en el continente ocurran
Dirigiéndose a los reunidos en el campus El Tabor de la Universidad Católica de Honduras en Valle de Ángeles, la hermana Cannavina, secretaria general de la organización, les recordó a mujeres y hombres de la junta directiva de la CLAR el trabajo de los profetas del pasado
La hermana Liliana Francos, de la Compañía de María y presidenta de la CLAR, la organización que este año cumplió 65 años, dijo a los integrantes del grupo que deben continuar la labor profética de sus predecesores, dadas las dificultades que enfrenta América Latina y el Caribe: corrupción, inestabilidad política, migración masiva, desigualdad económica, violencia, persecución y cambio climático
En la misa de apertura de la reunión del 18 al 21 de abril, los miembros de la CLAR colocaron dos pedazos de tela, que representaban a Nicaragua y Haití, delante del altar. Religiosas y religiosos pusieron encima sus anillos, crucifijos, unas flores y otros objetos personales como muestra de solidaridad con la vida religiosa en esos países