Los obispos españoles siguen con la 'vergonzosa' actitud de 'sostenella y no enmendalla'. Se puede hundir el mundo, pero ellos no 'se apearán del burro' ¡Maldita hipocresía!
Si, ahora mismo, alguien desea conocer los Protocolos en vigor, comprobará que son del año 2010. Desde entonces, nuestros obispos ni los han renovado, ni los han adaptado a la realidad social y eclesial
Señores obispos ¿hasta cuándo habremos de esperar a que el sentido común impere en ustedes? Me temo -no sin cierta razón-, con Tirso de Molina, “qué largo me lo fiáis”. Uno siente vergüenza ajena.
Mal que les pese y aunque les moleste que se les diga, son demasiados los defraudados. Son demasiados los que por ello abandonan la propia Iglesia
Es envidiable la actitud de la Conferencia episcopal alemana. Puede resumirse en estos términos: "Asumiremos toda la responsabilidad"
En las recientes declaraciones del cardenal O’ Malley, arzobispo de Bostón y presidente de la Comisión pontificia para la protección de los menores, podemos decir que “leyó la cartilla” a los obispos españoles