"Según El Plural, estaríamos ante un caso de presunta corrupción que incluiría presuntos ingresos por alquiler de habitaciones a trabajadores del Palacio Episcopal y Catedral, que no se declaraban como tales, sino que se recogían como “donativos”, evitando su correspondiente tributación"
"Conviene recordar, además, que la culpa moral no recae solo sobre quien paga en negro, sino también sobre quien acepta cobrar en esas condiciones"
"Si lo que se ha denunciado se confirma como cierto, corresponde a la Agencia Tributaria y a la Inspección de Trabajo intervenir sin demora, esclarecer los hechos, garantizar la legalidad y proteger a quienes han alzado la voz"
"Porque quien está en el centro de una denuncia de tal gravedad no puede seguir gestionando dinero, personas, ni autoridad eclesial porque seguirá dañando la credibilidad de la Iglesia"