3 oct 2020
De gestiones en Lima
El destrozo en la economía nacional es evidente. Las oficinas vacías, muchos locales cerrados y la ausencia de los niños en parques y espacios libres. En la noche, cuando el tránsito remite en la avenida San Felipe, llegan personas que se paran frente a los bloques y gritan pidiendo algo: una frazada vieja, un poco de comida, un sencillo. Las súplicas me golpean, me intimidan. La miseria y la desgracia nunca son virtuales, duelen y amargan.